En un informe reciente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha dado su aprobación a la actualización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una medida que busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores españoles. Además, el organismo internacional ha descartado que el ajuste del Salario Mínimo Interprofesional llevado a cabo en 2019 haya tenido un impacto negativo en el empleo en España, como algunos habían temido. Este informe es un respaldo importante para las políticas laborales del gobierno español y abre el camino para futuras reformas que beneficien a los trabajadores del país.
La OCDE avala el aumento del Salario Mínimo Interprofesional en España
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha dado luz verde al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España, descartando que el ajuste tuviera un impacto negativo en el empleo en el país.
Un consenso sobre el aumento del SMI
Según un informe presentado por la ministra de Economía y Trabajo Social, Yolanda Díaz, y el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en París, hay un gran consenso sobre que el incremento en el SMI ha elevado los salarios con remuneraciones bajas, recortado la desigualdad entre salarios y reducido significativamente la pobreza laboral.
El aumento del 22% aplicado sobre los sueldos más bajos en 2019, que escaló el SMI de 735 a 900 euros al mes, ha sido avalado por los expertos de la OCDE. El organismo internacional defiende que el impacto negativo en el empleo fue del 0,6%, frente a la previsión lanzada entonces por el Banco de España.
La comisión asesora para el análisis del SMI
El grupo de expertos pone en valor el trabajo de la comisión asesora para el análisis del SMI (CASSMI), en el que están representados miembros de la academia, de los agentes sociales y representantes de los departamentos de Economía y Trabajo. La OCDE no ha hecho comentarios sobre el último paso de la comisión, pero sí ha dado un toque de atención al Ejecutivo para que amplíe los recursos destinados a esta comisión para que pueda llevar a cabo una monitorización y evaluación efectiva de los efectos del SMI en el mercado de trabajo.
Recomendaciones de la OCDE
La organización valora, a partir de la experiencia de otros países, que esta es un área de política pública en la que son especialmente interesantes las aportaciones objetivas que alimenten el debate público. Por ello, insta al Gobierno a respetar las directrices que dé el grupo y si se elige esquivar alguna de sus recomendaciones, pide que se justifique debidamente por qué.
Además, sugiere que se movilicen los datos administrativos que permitan seguir el crecimiento de los salarios de forma certera, para lo que señala que la Seguridad Social es la fuente apropiada. La OCDE también hace una referencia directa a los empresarios para llamarles a seguir participando en estas negociaciones.
Mejoras en el tratamiento fiscal
El análisis de la OCDE no profundiza en los efectos de los sucesivos incrementos de la renta mínima, pero abre la puerta a aplicar mejoras en su tratamiento fiscal tras constatar que se ha convertido en una herramienta relevante para influir en el mercado de trabajo. El organismo sugiere que ciertos beneficios fiscales podrían multiplicar los efectos en los salarios, al tiempo que mitigarían el impacto en la competitividad entre empresas y los costes laborales.
La OCDE pone el ejemplo de Francia, donde se aplican reducciones a las cuotas de la seguridad social del empleador por cada trabajador poco remunerado, o como Reino Unido e Irlanda, en las de los asalariados con sueldos bajos. Las cuotas que pagan los empleadores por los empleados con salarios más bajos en España están entre las más altas de la OCDE, de acuerdo con el mismo informe.
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