La percepción de los españoles sobre el pago de impuestos sube y consideran que España es uno de los países con un gravamen más alto en Europa, según

La percepción de los españoles sobre el pago de impuestos sube y consideran que España es uno de los países con un gravamen más alto en Europa, según un estudio del CIS

Un estudio del CIS revela que la percepción de los españoles sobre el pago de impuestos ha experimentado un incremento significativo en los últimos años. Según los resultados, la mayoría de los españoles considera que España tiene uno de los gravámenes más altos de Europa, lo que genera una gran insatisfacción entre la población. Esta tendencia se refleja en la creciente preocupación de los ciudadanos por la carga fiscal y su impacto en la economía del país. En este sentido, el estudio del CIS ofrece una visión detallada de la opinión de los españoles sobre el pago de impuestos y su relación con la política fiscal en España.

La carga fiscal sube en España: 43% piensa que se grava más que en otros países de Europa

Un nuevo estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que la percepción de la carga fiscal en España se ha vuelto más pesada. Un 43% de los españoles cree que en España se tributan muchos impuestos, mientras que solo un 8% afirma que se pagan pocos.

Un cambio de opinión mayoritaria

Hace un año, el 38% de los españoles afirmaba que sus tributos eran elevados, mientras que el 11% decía que eran escasos. Sin embargo, en el último año, la brecha se ha alejado y se despeja un cambio de opinión mayoritaria muy claro: entre 2023 y 2024 ha aumentado el número de ciudadanos que aseguran que pagan muchos impuestos y cotizaciones, y, por contra, son menos quienes piensan que contribuyen poco.

La percepción de la carga fiscal en comparación con Europa

Un 37% de los contribuyentes cree que en España se grava más que en otros países más avanzados de Europa, mientras que solo un 31% siente que paga menos. Esta sensación es contraria a la predominante hace un año, cuando cuatro de cada diez españoles decían tributar menos que otros estados del continente y tres afirmaban que su contribución era más elevada.

La evasión de impuestos, una gran preocupación

El 89% de los encuestados asegura que existe mucho o bastante fraude fiscal en España, una cifra que ha aumentado en comparación con el año pasado. Solo un 8% de las personas encuestadas considera que los españoles intentan utilizar métodos ilegales para eludir el pago de tributos.

Una menor impresión de utilidad

La parte de la renta que los ciudadanos pagan a la Administración General del Estado se traduce en servicios públicos y prestaciones sociales para garantizar y mejorar el Estado de Bienestar. Sin embargo, la sensación de utilidad de los fondos que recoge el Ministerio de Hacienda ha descendido. Hace un año, las opiniones estaban muy igualadas: un 49% esgrimía que la sociedad se beneficiaba mucho o bastante de los impuestos y las cotizaciones, mientras que un 48% opinaba que los ciudadanos sentían poco o nada los efectos de sus contribuciones. Ahora, el grupo de personas que ve utilidad en sus gravámenes ha caído al 42%, mientras que aquellos que no sienten el traslado de impuestos en cuestiones sociales ha aumentado hasta el 55%.

Recibir menos de lo que se paga

Las percepciones tampoco se inclinan hacia una tangibilidad de los tributos cuando se pregunta a los españoles por las aportaciones cruzadas entre la Administración y el ciudadano. Seis de cada diez contribuyentes afirman que las administraciones le dan menos de lo que este paga al ente público en impuestos y cotizaciones, mientras que solo un 8% dice recibir más de lo que tributan. Hace un año era el 9%.

La justicia en la distribución de la renta

En España, el pago de impuestos se eleva cuando también lo hace el nivel de ganancia para favorecer una mayor distribución de la renta. Sin embargo, los españoles creen que este reparto es insuficiente. Ante la pregunta de si los impuestos se cobran con justicia, esto es, que pagan más quienes más tienen, ocho de cada diez encuestados afirmaron que no, mientras que solo dos restantes mantuvieron que sí.