La final de la Copa del Mundo femenina ha sido un escenario propicio para que la reina Letizia brille con su presencia y su simpatía. La máxima autoridad de la Casa Real española no defraudó en su papel de embajadora del fútbol español, y su presencia en el encuentro entre España y Inglaterra fue todo un éxito. Entre los momentos más destacados de su asistencia, destacan los momentos emotivos que compartió con un bebé en el estadio de Wembley y una mirada de complicidad con la estrella del fútbol español, Alexia Putellas. La reina Letizia demostró una vez más su capacidad para conectar con la gente y transmitir su apoyo a los deportistas españoles.
La reina Letizia, la estrella de la final de la Copa de la Reina
La reina Letizia presidió la emocionante final de la Copa de la Reina entre el FC Barcelona y la Real Sociedad en el estadio de La Romareda, y su presencia en el palco generó un sinfín de imágenes.
Antes de que comenzara el partido, la reina Letizia llegó al estadio y saludó a Jorge Azcón, presidente de Aragón, y Pilar Alegría, ministra de Educación y Deportes. También se reunió con María Ángeles García Chaves, vicepresidenta de la RFEF.
La reina Letizia, un gesto de complicidad y emoción en el estadio de La Romareda
La monarca no dudó en detenerse con los aficionados que se acercaron a saludarla, y sostuvo a un bebé en sus brazos unos minutos, generando una de las imágenes más tiernas de la noche.
En el palco de autoridades, la reina Letizia se sentó junto a Jorge Azcón, Pilar Alegría, María Ángeles García Chaves y Joan Laporta. También se encontró con la seleccionadora nacional Montse Tomé.
Con gesto serio y de orgullo, la reina Letizia escuchó el himno nacional antes de que comenzara el partido.
Tras la victoria del Barça, la reina Letizia felicito a Joan Laporta y también consoló a la capitana de la Real Sociedad, Nerea Eizagirre, tras la derrota de su equipo.
La reina Letizia también mostró una gran complicidad con Alexia Putellas al entregarle el trofeo de Campeonas de la Reina. La capitana culé levantó la Copa de la Reina al cielo de Zaragoza entre aplausos.
Finalmente, la reina Letizia se marchó de La Romareda recibiendo el cariño de la gente en los exteriores del estadio, tal y como había llegado.
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