Juicio por asesinato de jefe de la UEI de la Guardia Civil: Viuda del teniente coronel rechaza pedido de perdón del acusado
La tercera sesión del juicio por el asesinato del jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, Pedro Alfonso Casado, se celebró este martes en la Audiencia de Valladolid. Durante la sesión, la viuda del teniente coronel, Sagrario A.V., aseguró al autor confeso del crimen, Pablo Antonio S.H., que no necesita que le pida perdón porque a quien debería pedírselo está muerto.
Hechos del 1 de julio de 2022 en Santovenia de Pisuerga
Según el relato de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en la madrugada del 1 de julio de 2022 en Santovenia de Pisuerga (Valladolid), donde, tras una discusión con su vecino Dionisio, el acusado lo mató de un disparo de escopeta y se atrincheró en una vivienda con el novio de su hijastra como rehén. La UEI tuvo que desplazarse desde Madrid. Una vez allí y al notar la presencia de los agentes al otro lado de la puerta, el acusado disparó a través de esta e hirió al teniente coronel que dirigía la operación y que murió dos días después.
Declaraciones de la viuda y la hija del teniente coronel
La viuda del teniente coronel ha expuesto que aquella madrugada su esposo, que llevaba 25 años en la Guardia Civil, recibió una llamada de trabajo sobre las 4.30 horas y dijo que se tenía que ir porque había una persona atrincherada que había matado a un vecino y tenía un rehén. Me han quitado la capacidad, ha resumido la hija mayor del teniente coronel, quien también ha comparecido en el juicio por videoconferencia. La joven ha contado que está con ayuda psicológica, apenas concilia el sueño y tiene ataques de ansiedad casi todos los días.
Declaraciones de testigos
Un guardia civil, comandante de Puesto, ha declarado como testigo y ha explicado que el hombre amenazó a los agentes mientras mantenía un rehén en casa. Como entréis [en la vivienda] me los llevo por delante y alguno más también caerá, dijo aquella noche el procesado según ha recodado el agente este martes ante el jurado.
Otro guardia civil que también ha comparecido como testigo ha manifestado que el rehén pedía auxilio desde el interior de la casa, lloraba y en un momento dado manifestó que le habían cortado un dedo. Según este testigo, el acusado dijo a los agentes que si apretaba un botón volaba la vivienda y les pidió que fueran a comprar heroína, para lo que les pasó dos billetes de cinco euros por debajo de la puerta.
La Fiscalía reclama penas que suman 58 años de prisión para el acusado.
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