Primeras picotas de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Cereza del Jerte ha dado inicio a la certificación de las primeras picotas de la temporada en España. Estas picotas, un producto exclusivo del norte de Extremadura, llegan al mercado acompañadas del sello que garantiza su máxima calidad.
Diferencias entre cereza y picota
No todas las cerezas son picotas. La picota es una variedad autóctona del Valle del Jerte, caracterizada por su mayor vida útil, su tamaño más pequeño y su intenso sabor. Durante los meses estivales, los agricultores recogen las picotas a pie de árbol en cestas de castaño, siguiendo una tradición familiar centenaria.
Variedades de las picotas
En el Valle del Jerte se cultivan más de cien variedades de cereza y picota, pero solo cinco cuentan con el Sello de Calidad. La Navalinda es la única cereza certificada y, debido a su maduración temprana, es la primera en llegar al consumidor. En cuanto a las picotas, existen cuatro variedades amparadas por el Consejo Regulador:
Ambrunés: Es la variedad más popular y representa entre el 80% y el 90% de la cosecha total.
Pico Negro: Presenta el característico sabor dulce, forma acorazonada y textura crujiente de las picotas del Jerte.
Pico Limón: Al igual que las demás variedades, destaca por su sabor, forma y textura.
Pico Colorado: Se distingue por su periodo de maduración más prolongado, lo que le confiere un color más rojizo y hace que el consumidor deba esperar un poco más para disfrutarla.
Propiedades nutricionales de la picota
Estas picotas no solo destacan por su sabor, sino también por sus múltiples beneficios para el organismo. Entre sus propiedades nutricionales se encuentran: vitaminas A y C, oligoelementos como el hierro o el calcio y flavonoides como el potasio.
La tradición de la recolección de la picota del Jerte
Durante generaciones, los agricultores de la zona han perfeccionado las técnicas de cultivo y recolección, adaptándose a las características únicas de este fruto. La recogida de las picotas se realiza a mano, a pie de árbol, utilizando cestas de castaño. Este método tradicional permite seleccionar las frutas en su punto óptimo de maduración y evita daños que podrían afectar a su calidad.
La cosecha de picotas del Jerte se estima en entre 2.000 y 3.000 toneladas, siempre que las condiciones climáticas lo permitan. Hasta el momento se han recolectado alrededor de 300 toneladas de cereza Navalinda, superando las cifras del año anterior.
Con la llegada de las primeras picotas de la temporada, los consumidores podrán disfrutar de este producto exclusivo y de alta calidad, caracterizado por su sabor dulce y su intenso aroma.
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