En los últimos años, se ha observado un aumento alarmante en la incidencia de ictus entre los adultos jóvenes. Esta tendencia inquietante ha generado gran preocupación en la comunidad médica y entre los expertos en salud. Los ictus, también conocidos como accidentes cerebrovasculares, son una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en todo el mundo. Sin embargo, la buena noticia es que muchos de los factores de riesgo asociados con este problema de salud pueden ser modificados. En este artículo, exploraremos las razones detrás del aumento de los ictus en adultos jóvenes y analizaremos las claves para reducir nuestro riesgo de sufrir este tipo de eventos cerebrovasculares.
El ictus está aumentando entre los adultos jóvenes
Las enfermedades cardiovasculares, incluyendo los ictus o accidentes cerebrovasculares, suelen afectar con mayor frecuencia a las personas de mediana edad o más mayores. Sin embargo, en tiempos recientes, los expertos han comenzado a reportar que su incidencia está aumentando entre los más jóvenes.
Un aumento del 14,6% en la incidencia de ictus en menores de 65 años
Según un informe reciente de los Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la incidencia de ictus ha aumentado un 14,6% en los menores de 65 años en la última década. En particular, se ha registrado un aumento del 14,6% en la incidencia de ictus en personas entre 18 y 44 años de edad, y un 15,7% en personas entre 45 y 64 años. Curiosamente, en el mismo período, la incidencia de este tipo de eventos se ha mantenido estable en los mayores de 65 años.
La relación con la obesidad e hipertensión
Para entender por qué podría estar aumentando el riesgo de ictus en adultos jóvenes, debemos atender a otros factores de riesgo de la condición que también pueden estar cada vez más presentes en este segmento de la población. Por ejemplo, el director del Centro de Ictus de la Universidad de Stanford, Gregory W. Albers, explica que este aumento coincide con ascensos de las tasas de obesidad e hipertensión.
La obesidad y la hipertensión son factores clave. De hecho, según el mismo informe de los CDC, el número de personas con hipertensión ha crecido en un 6% en el grupo de edad entre 45 y 64 años.
Un aumento desigual en función de factores socioeconómicos
Además, estos aumentos en el riesgo de ictus también muestran patrones desiguales en función de otros factores de carácter socioeconómico. Por ejemplo, es mucho más marcado en los adultos con educación inferior al bachillerato, que tienen menor acceso a los servicios médicos y menos información sobre la importancia de controlar patologías como la hipertensión arterial.
Medidas para prevenir el ictus
Deja una respuesta