Felipe VI, un rey para la España del siglo XXI
El reinado de Felipe VI ha sabido adaptarse y transformarse durante estos últimos 10 años al cambiante contexto social y político de cada momento. Desde su proclamación como rey, el monarca ha asumido las responsabilidades constitucionales asociadas a su cargo, es decir, la jefatura del Estado, el mando supremo de las Fuerzas Armadas y la representación de España en el ámbito internacional.
Durante este período, se ha visto al soberano en distintas facetas de la Corona, desde su postura firme frente al referéndum ilegal de independencia de Cataluña o su solidaridad con los afectados por la erupción de La Palma a la representación más institucional de la Jefatura del Estado en viajes oficiales, diplomacia internacional o representación nacional en nombramientos de presidentes iberoamericanos.
Felipe VI promueve constantemente iniciativas culturales y sociales. Lo hizo como príncipe de Asturias con la entrega de los galardones que llevaban su nombre y de los que ahora su hija, la princesa Leonor, es la mejor embajadora.
Sin olvidar sus escenas más familiares, como la vida hogareña, las visitas reales a Palma o las salidas a las procesiones de Semana Santa, entre otros muchos ejemplos.
La Corona en momentos difíciles
Pero uno de los momentos más duros para la Corona fue sin duda los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, que dejaron 15 muertos y más de un centenar de heridos el 17 de agosto de 2017. El rey acudió entonces y por primera vez como jefe del Estado a una manifestación, que congregó a más de medio millón de personas, contra el terrorismo y por la paz por las calles de la Ciudad Condal en apoyo y reconocimiento de las víctimas.
La dureza de la crisis sanitaria de la COVID-19 en 2020 fue otro de los momentos más recientes y decisivos de la Monarquía. Quizás el riesgo para la salud y la economía más terrible desde la mal llamada gripe española de 1918, reto al que se enfrentó el bisabuelo del rey Alfonso XIII.
Si bien, la responsabilidad de la gestión de la crisis recayó en el Gobierno, don Felipe no se quedó al margen de la situación y ofreció dos discursos de calado a la ciudadanía española. El primero, a los tres días de decretarse el estado de alarma, cuando el monarca se dirigió a los españoles a «dar ejemplo» de «responsabilidad, sentido del deber, civismo y humanidad, entrega y esfuerzo» pero, sobre todo de «solidaridad».
Cuatro meses después, en el homenaje civil de Estado realizado en el Palacio Real, cuando las cifras oficiales sumaban 28.400 decesos, Felipe VI llamó al «respeto y entendimiento» y a la unión para poder salir de la crisis provocada por esta enfermedad.
Un rey para el futuro
En su joven reinado, el soberano no solo ha afrontado crisis sanitarias, sino también medioambientales. La erupción del volcán canario de La Palma en septiembre de 2021 recibió todos los apoyos de las instituciones, incluida la Corona, que estuvo cerca de los afectados desde el primer momento.
Con este sólido y experimentado bagaje, el rey mira hacia el futuro con optimismo, con una visión moderna y un compromiso con los valores democráticos hacia un mundo que se presenta en constante evolución.
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