La ciudad de Jerez se ha consolidado como el centro neurálgico del motociclismo gracias a una combinación única de factores que la han posicionado en la cima de este deporte de alta velocidad. La ubicación estratégica de Jerez, su clima favorable durante gran parte del año y la pasión de sus habitantes por las carreras han contribuido a convertirla en el epicentro de las competiciones motociclistas. Con circuitos de renombre internacional como el Circuito de Jerez - Ángel Nieto, la ciudad atrae a pilotos, equipos y aficionados de todo el mundo, generando un impacto económico positivo y una proyección global inigualable en el mundo del motociclismo.
El Gran Premio de España en Jerez: un espectáculo motero incomparable
Jerez, destino obligado para los amantes del motociclismo a nivel mundial
El Circuito de Jerez: un escenario legendario para los pilotos de MotoGP
Decir Jerez es decir muchas cosas: flamenco, vino o caballos, entre otras. Y motos. Muchos son los aficionados al motociclismo de todo el mundo que conocen la bella ciudad jerezana gracias al Gran Premio de España que anualmente se celebra en el Circuito de Jerez Ángel Nieto.
Miles y miles de moteros acuden sin falta a una cita que está considerada como uno de los grandes fines de semana de toda la competición. Hay grandísimos circuitos en el calendario motero como Mugello o Le Mans, con muy larga tradición. Pero más allá de las carreras, que también, la atmósfera que se genera en Jerez desde días antes es incomparable con cualquier otra prueba del Mundial.
Muchos son los motivos que explican que haya gente que venga desde lejanos lugares de España, y también desde otros países, en esta fecha. Es más, hay quienes acuden para disfrutar del ambiente que se vive durante todo el fin de semana y ni siquiera acuden a ver las carreras.
La historia y solera de este Gran Premio ayuda a su mística, ya que el trazado jerezano acoge de forma ininterrumpida las carreras desde 1987, por lo que ya va camino de cumplir su 40 aniversario. La fama de esta prueba del Mundial se traspasa de generación en generación. Y hay que tener en cuenta que el idilio motero de Jerez viene de antes de la construcción del circuito, porque ya se celebraban carreras por recorridos urbanos de la ciudad.
El Circuito de Jerez además no es cualquier circuito. Con una longitud de 4.423 metros y sus treces curvas, ocho a derecha y cinco a izquierda y de diferentes características en cuanto a velocidad, obliga a dar el máximo a los pilotos y ofrece la oportunidad de ver muchos adelantamientos, lo que favorece el espectáculo.
La animación siempre ha sido excepcional, lo que encandila a los pilotos y les hace querer, más si cabe que en cualquier otra circunstancia, pelear cada centímetro del asfaltado con el fin de ver vibrar a los aficionados y celebrar una posible victoria. Esas ganas se perciben en los propios equipos, ya que nadie quiere perderse esta prueba porque es especial.
La previsión para este año es que a la provincia de Cádiz lleguen más de 240.000 aficionados que desde días antes ya disfrutan de diversos programas y actividades enfocadas en agradar a todo aquella persona enamorada del motor.
La avalancha es tan grande que Jerez se queda pequeña durante unos días y también se llenan otras ciudades como El Puerto, Sanlúcar o Chipiona. Durante este fin de semana, conseguir un alojamiento en algunas de estas localizaciones es casi misión imposible.
Los días, y las noches, son muy largos en Jerez y el resto de localidades cercanas durante estas jornadas, con multitud de fiestas y agrupaciones musicales que dan colorido a las calles y hacen que la gente se marche el domingo con ganas de volver el año próximo. Todo ello contribuye a hacer de Jerez y el Mundial de Motociclismo un matrimonio indivisible.
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