En el mundo del entretenimiento, es común ver cómo la sociedad tiene doble rasero al juzgar la ambición de los famosos. Un ejemplo reciente es el caso de C. Tangana y Jennifer Lopez, dos artistas que han sido tratados de manera diferente por la opinión pública. Mientras que el rapero español es elogiado por su ambición desmedida, la cantante estadounidense es criticada por tener los mismos objetivos. ¿Por qué la sociedad hace esta distinción? En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta doble moralidad y cómo afecta a las mujeres en el mundo del entretenimiento.
La ambición femenina, un estigma que sigue persistiendo
Aunque el análisis Women in the Workplace 2023 de la consultora estratégica global McKinsey & Company destaca que la ambición de las mujeres en el ámbito laboral está en constante ascenso, especialmente gracias a las medidas de flexibilidad que muchas empresas están poniendo en marcha, parece que la sociedad todavía no está enfocando bien la ambición cuando se vincula a las mujeres.
Mientras que C. Tangana presume de ambición desmedida, la ambición se castiga cuando se achaca a una mujer. Eso es lo que ha ocurrido con Jennifer Lopez, cuya relación con Ben Affleck lleva tiempo en el punto de mira ante los recurrentes rumores de separación, que señalan a la cantante como culpable. Su ambición, esa que supuestamente, el actor es incapaz de tolerar.
La doble moralidad en la ambición
No es casualidad que se hable precisamente de ambición desmedida en la trama de 'Juego limpio', la película en la que Phoebe Dynevor descubre cómo su ascenso laboral molesta a su pareja, con quien trabaja. Lo normal (creo) sería decir que el problema radica en la envidia de él, pero la trama subraya las ambiciosas aspiraciones laborales de ella como las verdaderas trabas.
La ambición es positiva, excepto cuando se enfoca hacia la validación externa, según Jennifer Romolini, autora de 'The ambition monster'. Asegura que a grandes rasgos, la ambición es positiva, excepto cuando se enfoca hacia la validación externa, a la forma en la que otras personas ven las cosas o cuando sigue la narrativa de la trampa por antonomasia: la que asegura que podemos tenerlo todo.
La ambición femenina en el lugar de trabajo
Como explica Caroline Castrillon en 'The flirty feminist', perseguir su ambición expone a las mujeres a críticas negativas en el lugar de trabajo, así como por parte de sus familiares y amigos, pues ven su liderazgo y ambición a través de una lente negativa cuando precisamente, esos mismos rasgos se valoran de forma positiva en los hombres.
La ambición femenina no ha muerto con el adiós de la 'girlboss', pero aún tiene que toparse con la mirada de una sociedad que cree que triunfar en el trabajo conlleva necesariamente pasar de la familia. La ambición femenina no se limita a la laboral, también implica un agotamiento menor, ese que solo se puede alcanzar con la conciliación y con el reparto igualitario de tareas domésticas.
Deja una respuesta