¿Qué gastos son deducibles en la Renta siendo autónomo?

¿Qué gastos son deducibles en la Renta siendo autónomo?

Como trabajador autónomo, es fundamental conocer los gastos deducibles que se pueden declarar en la Renta para minimizar la carga tributaria y maximizar los beneficios. La Agencia Tributaria establece una serie de gastos deducibles que los autónomos pueden declarar en su declaración de la Renta, siempre y cuando estén relacionados con la actividad económica desarrollada. En este sentido, es importante conocer qué gastos se consideran deducibles y qué documentación se requiere para justificarlos. A continuación, se presentará una guía detallada sobre los gastos que se pueden deducir en la Renta siendo autónomo.

Los autónomos pueden deducir gastos en la declaración de la Renta

Los profesionales por cuenta propia tienen la posibilidad de deducir una serie de gastos en la declaración de la Renta que tienen relación con la actividad realizada. Se trata de un aspecto muy importante a tener en cuenta, ya que gracias a ello se puede llegar a obtener un importante ahorro fiscal de forma legal.

En España, el plazo para tramitar el borrador de la Renta en Hacienda comenzó en abril y se extenderá hasta el 1 de julio de 2024, último día que se admitirán los documentos.

¿Qué es un gasto deducible?

Antes de hablar de los gastos concretos que se pueden deducir siendo autónomo, es importante saber qué es un gasto deducible. En el caso de estos profesionales, los gastos deducibles son aquellos que están vinculados a la actividad que desempeña el trabajador, siempre y cuando estén justificados. No es suficiente con decir que se ha gastado una cantidad de dinero, sino que se deben presentar las correspondientes facturas para que se puedan deducir.

Gastos que puede deducir un autónomo

Un autónomo tiene la posibilidad de deducir diferentes gastos en función de su actividad profesional, comenzando por:

• Salarios de trabajadores a cargo, incluyendo también las pagas extraordinarias, indemnizaciones y dietas.
• Cuota de autónomos, que estos profesionales deben pagar mensualmente para poder ejercer.
• Compras necesarias para la actividad profesional, en lo que se conoce como consumos de explotación, cuyo cálculo se puede realizar restando las existencias finales a las iniciales y sumar las compras.
• Arrendamientos, si es necesario alquilar un local para realizar el trabajo.
• Suministros domésticos, para aquellos que trabajan desde su propio hogar, casos en los que el autónomo tiene la posibilidad de deducir el 30% de los suministros de agua y luz de la parte proporcional de la vivienda que usa para su actividad profesional.
• Gastos por dietas de manutención y gastos de mantenimiento y reparaciones de maquinaria, herramientas o material usado para el trabajo (no cubre gastos de mejora o ampliación).

Otros gastos deducibles

Además, también son deducibles:

• Tributos fiscales, como el IBI o el IAE, entre otros.
• IVA soportado, que es el que muchos autónomos afrontan por su actividad o situación.
• Gastos financieros, derivados de intereses y gastos relacionados con créditos y préstamos.
• Amortizaciones, que son la expresión monetaria del valor que pierden los bienes a medida que pasa el tiempo. A través de las tablas de Hacienda se puede calcular lo que se puede deducir en términos de amortizaciones y sobre los bienes que se pueden hacer.

Seguros deducibles

Por último, hay que hablar de los seguros, ya que un autónomo puede deducir el IRPF de la cuota de diferentes seguros, aunque en este caso con algunas limitaciones, como sucede con el seguro de vida, cuya deducción máxima es de 500 euros.