La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, critica la citación de la mujer del presidente del Gobierno
La vicepresidenta tercera del Gobierno y candidata del PSOE a las elecciones europeas, Teresa Ribera, ha expresado su sorpresa y extrañeza por la decisión del juez que ha citado a declarar a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Según Ribera, el juez se salta la pauta habitual de no tomar ninguna decisión que pueda interferir en una campaña electoral, y considera que lo que está sucediendo es muy burdo.
Una decisión sorprendente y rara
Ribera califica la decisión del juez de sorprendente y rara, ya que se ha tomado solo cinco días antes de las votaciones y sin haber tomado testimonio a los testigos. Además, critica que el juez no haya seguido la recomendación del Tribunal Supremo de no hacer prosperar causas en función de noticias de prensa no contrastadas.
La vicepresidenta del Gobierno también se pregunta qué mensaje se envía cuando no se cuida la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que acumula un retraso de más de cinco años y que atribuye al Partido Popular.
Una interferencia electoral
Ribera evita concretar si el juez tiene interés electoral a favor de ciertas formaciones políticas, pero acusa al director de comunicación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, de jactarse, todo ufano de lo que había ocurrido.
La vicepresidenta del Gobierno cree que se está intentando interferir en el resultado de las elecciones y que se está generando un clima de irritación, polarización y ruido para esconder la realidad.
La sociedad española no se merece esta campaña constante de cuestionamiento, irritación, polarización y ruido para esconder la realidad, que ha habido un resultado electoral el 23J distinto al que pensaban, ha señalado.
Respeto a las instituciones
Al ser interrogada directamente sobre si el juez está prevaricando, Ribera ha afirmado que quiere ser extraordinariamente prudente al respecto, pero sí ha indicado que lo ocurrido le parece muy burdo.
No obstante, la vicepresidenta del Gobierno destaca que las instituciones merecen respeto y todos los que forman parte de las mismas deben cuidarlas.
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