En un giro inesperado en la forma en que se conceden los apellidos en España, una creciente tendencia comienza a ganar fuerza. Cada vez más padres y madres están optando por romper con la tradición y dar prioridad al apellido materno en lugar del paterno. Este cambio de paradigma se debe a la búsqueda de originalidad y diversidad en la elección de los apellidos de los hijos. El mío es mucho más original que López, afirma una madre que decidió darle prioridad al apellido de su madre. Esta tendencia no solo cuestiona la tradición patriarcal, sino que también abre las puertas a una mayor diversidad cultural. ¿Será este el comienzo de una nueva era en la forma en que se conceden los apellidos en España?
La batalla por el orden de los apellidos: Una lucha contra la tradición
Desde que estaba en el instituto, Patricia Vigara, tuvo claro que, si tenía un hijo, llevaría primero su apellido. Esta voluntad tenía múltiples causas, entre ellas el deseo de su abuelo, que tenía cuatro nietas y siempre había lamentado que su apellido no fuera a pervivir con su descendencia. También había, admite Vigara, algo de rebelión contra una percibida injusticia, un impulso feminista aunque esa ideología le fuera aún ajena en su adolescencia.
Un cambio legislativo hacia la igualdad
En España, la legislación marca que todo ciudadano posee dos apellidos. Históricamente, el primero ha correspondido con el del padre y el segundo, con el de la madre. En el año 2000, se introdujo por primera vez la posibilidad de cambiar el orden tradicional de los apellidos, aunque, en caso de que los padres no manifestaran ninguna voluntad al respecto, se mantenía automáticamente la preferencia del apellido paterno sobre el materno. En 2017, se legisló que los padres deberían obligatoriamente consignar el nombre y los apellidos del menor en la solicitud de inscripción. En 2021, se introdujo la última modificación legal al respecto que eliminó definitivamente la preferencia por defecto del apellido paterno y obliga a que ambos progenitores tomen una decisión activa sobre cuál será el orden de los apellidos de sus hijos.
La libertad de decisión y el peso de la tradición
La libertad de decisión que ampara la ley sigue siendo contrarrestada por el fuerte peso de la tradición y la inmensa mayoría de las parejas siguen optando por mantener la tradicional prioridad del apellido paterno. Desde el último cambio en la norma en 2021, el 88,9% de inscripciones se han realizado con primer apellido paterno, mientras que el 11,1% se han hecho con el apellido materno en primer lugar, según los datos de la plataforma Dicireg, del Registro Civil.
Motivos variados para decidir el orden de los apellidos
Los motivos para decidir poner a un hijo el apellido materno en primer lugar son variados y, aunque el argumento feminista suele ser el más habitual, no siempre tiene porque ser el principal o estar ni siquiera presente en la decisión. Estefanía Recamundi defendió un argumento en su primera cita con su actual marido y padre de su hija difícilmente rebatible: en todo el mundo, solo existía ella y su padre con su apellido.
Un homenaje al padre
Patricia Rey quiso que su apellido fuese el primero de su hija, entre otros motivos, en homenaje a su padre, fallecido antes del nacimiento de su nieta. Tenía varios motivos, relata Rey. El primero es que siempre se ha hecho al revés y no veo mal hacer este homenaje a la madre. Luego, es verdad que en mi familia somos todo niñas, así que el apellido se iba a perder. Pero sobre todo, mi padre falleció y, no sé, me gustó hacerle un homenaje ya que no iba a conocer a su nieta, me pareció un gesto bonito.
Curiosamente, nadie en la familia de Ángel ha cuestionado en ningún momento la decisión, pero sí en la familia de Patricia. En mi familia, no es que haya molestado, pero sí que pusieron un poco el grito en el cielo diciéndome: 'Uy, ¿pero y eso? , ¿Él no se va a sentir ofendido?, es que es un poco…'.
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