La verdad sobre las verduras congeladas: ¿son un sustituto válido para las frescas?
Una de las claves para llevar una dieta sana es incluir en nuestra alimentación diaria una cantidad adecuada de frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 400 gramos al día de estos alimentos. Sin embargo, los elevados precios de estos productos en el mercado pueden dificultar su adquisición.
Ante esta situación, muchas personas optan por comprar verduras congeladas en lugar de frescas, lo que ha generado una gran cantidad de dudas sobre su valor nutricional. ¿Son las verduras congeladas una opción válida?
La teoría de la pérdida de nutrientes
Una de las teorías más extendidas es que durante el proceso de refrigeración, los alimentos pierden nutrientes. Sin embargo, según Sciencealert, las verduras congeladas pueden llegar a contar con más cantidad de Vitamina C y E.
Esto se debe a que las verduras se congelan inmediatamente después de la cosecha, lo que permite preservar mejor sus nutrientes. El tiempo de transporte y de almacenamiento puede afectar a los niveles de nutrientes, pero minerales como el hierro, el calcio y el magnesio no sufren variaciones.
El proceso de congelación
Otra ventaja de las verduras congeladas es que no es necesario comprarlas en un supermercado, ya que se pueden congelar directamente en casa si se posee un huerto. Además, escaldar las verduras antes de congelarlas, es decir, introducirlas en agua hirviendo, puede mejorar la seguridad y calidad del alimento.
Los productos enlatados
Otra opción para ahorrar dinero es comprar frutas y verduras enlatadas. Para ello, estos productos deben pasar por una serie de procesos como la clasificación, el lavado, la selección, la preparación o la cocción, entre otros.
El objetivo de este proceso es inactivar las encimas, eliminar gases, aire, sabores extraños y reducir la carga de microbios. Sin embargo, este método puede reducir los niveles de nutrientes sensibles al calor, como la vitamina C.
Deja una respuesta