- Tendencia al descenso: Las cotizaciones sociales cada vez representan un porcentaje menor del gasto en pensiones en España
- La reforma de pensiones no revierte la tendencia al descenso en el porcentaje de cotizaciones sociales
- La cotización social en España ya no cubre el 100% del gasto en pensiones, según expertos
En un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones en España, una tendencia alarmante se está haciendo notar en las cifras: las cotizaciones sociales están perdiendo peso en el gasto en pensiones. Según los últimos datos, el porcentaje de cotizaciones sociales en el gasto en pensiones sigue una tendencia al descenso, lo que plantea dudas sobre la capacidad del sistema para mantener su solvencia en el futuro. Esta situación es aún más preocupante si se considera que el gasto en pensiones es uno de los principales componentes del gasto público en España. En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de esta tendencia preocupante y exploraremos las posibles soluciones para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en nuestro país.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, lideró una reforma del sistema público de pensiones entre 2021 y 2023, que incluía la creación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), la elevación de la base máxima de cotización y la cuota de solidaridad. Sin embargo, según expertos, estas medidas no han sido suficientes para revertir la tendencia de disminución en la proporción de ingresos que cubren el gasto total en pensiones.
El gasto en pensiones en España se financia cada vez más con transferencias del Estado. En 2023, solo el 69,6% del gasto en pensiones contributivas y de Clases Pasivas se financió con cotizaciones sociales, mientras que el 23,3% se financió con transferencias directas del Estado.
Según el profesor de la URJC e investigador asociado a Fedea, Miguel Ángel García, la proporción de ingresos que cubren el gasto en pensiones ha disminuido notablemente en la última década, pasando del 92,3% en 2010 al 67,8% en 2020.
La tendencia al descenso se ha visto acompañada por un aumento del porcentaje del gasto en pensiones contributivas que se financia con transferencias del Estado, lo que se ha traducido en un aumento del déficit desde el -0,4% del PIB al -3,8%.
El investigador considera que la situación es preocupante, especialmente porque a partir de este año los trabajadores de la generación del 'baby boom' comenzarán a acceder a la pensión y elevarán de forma importante el número total de beneficiarios.
Además, la reforma aprobada en los últimos años ha alterado el esquema de ingresos y el volumen de gastos. Se ha garantizado la suficiencia de las pensiones con la indexación al IPC medio, y se ha decidido que las nóminas crezcan cada año tanto como lo habían hecho los precios a lo largo del año anterior.
Esta situación ha llevado a España a tener una tasa de reposición del 77%, notablemente superior a la media de la Unión Europea, lo que se ha traducido en un peso importante de la pensión pública en el gasto total.
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