En la crónica titulada Crónica desde dentro de la contraofensiva ucraniana que libera pueblos ocupados por los rusos: 'Tuvimos la muerte a 40 metros', se revela un relato impactante sobre la valentía y el peligro que enfrentan los soldados ucranianos en la línea del frente. El artículo detalla cómo las fuerzas ucranianas han logrado liberar pueblos que estaban ocupados por las tropas rusas, enfrentando situaciones extremas y poniendo sus vidas en riesgo. Las palabras clave contraofensiva, libera, ocupados por los rusos resaltan la lucha constante por la soberanía y la defensa del territorio nacional. Este testimonio nos sumerge en la cruda realidad de un conflicto que ha cobrado numerosas vidas y que sigue vigente en la actualidad.
Crónica desde Blagodatne: La contraofensiva ucraniana avanza entre explosiones y susurros de muerte
Un silbato y una explosión cercana hacen temblar el aire. No me acuerdo cómo acabé en el suelo pero noté que mis compañeros ya estaban tumbados.
Probablemente, un dron ruso notó nuestras posiciones. O quizás fuese un bombardeo aleatorio contra las posiciones ucranianas.
En el pueblo Blagodatne, una de las localidades recién liberadas, la contraofensiva se siente en el ritmo que te rodea, en los movimientos rápidos y en la tensión de las frases cortas por walkie-talkie.
Para los civiles, unas 30 personas en el momento de la liberación, ya es imposible vivir en sus sótanos, bajo casas semi-destruidas y que muestran enormes agujeros. Algunos fueron evacuados. Dos, fallecieron.
Liberación en Ucrania: La brigada expulsa a las tropas rusas en siete aldeas
La brigada 68, que desde marzo del año pasado lucha en Vugledar, ha logrado expulsar en dirección a Zaporiyia a las tropas rusas enclavadas en siete aldeas del sur de Donetsk.
La alegría de la liberación está amargada sin embargo por el bombardeo constante. “Hasta diez ataques de aviación, artillería, Grads [sistema múltiple de lanzamiento de cohetes soviético], drones”, nos comenta un militar ucraniano en el sótano de la base.
El sacrificio de los soldados ucranianos en la contraofensiva: Una lucha por la libertad
La intensidad de la batalla se refleja en el rostro fatigado de Volodymyr, de 32 años. Enciende un cigarrillo y relata que la situación está tranquila ahora, pero cuando arrancó el asalto los coches de evacuación no paraban de circular.
“Dormimos con chalecos antibalas para evacuar en cualquier momento”, explica Volodymyr. En su casa le espera un niño de tres años que ha empezado a hablar sin que su padre estuviese cerca. Pero no se arrepiente de unirse al Ejército, “para que a su hijo no le toca luchar en la guerra”.
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