La comunidad internacional se encuentra en estado de shock tras el atroz ataque sufrido por la primera ministra danesa, quien fue agredida en plena calle en un hecho que ha generado gran conmoción en todo el mundo. Según fuentes cercanas al gobierno danés, la mandataria se encuentra en un estado estable, pero con lesiones considerables, entre las que se encuentra un latigazo cervical, que ha generado gran preocupación en torno a su salud. La comunidad política y los ciudadanos daneses se encuentran conmocionados por este atroz incidente, y esperan con ansias recibir noticias sobre el estado de salud de la primera ministra.
Ataque contra la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha cancelado todos los actos previstos para las elecciones europeas que se celebrarán este sábado después de ser víctima de una agresión el viernes. Según el último parte médico, Frederiksen sufrió un leve latigazo cervical como consecuencia del ataque.
El incidente ocurrió cuando un hombre de 39 años la agredió, según testigos, propinándole un fuerte empujón que la hizo perder el equilibrio, aunque no llegó a caer al suelo. El agresor fue detenido y comparecerá ante un tribunal este sábado.
Como medida de precaución, la primera ministra ha decidido no asistir a los actos programados para este sábado de su Partido Socialdemócrata en varias zonas del área metropolitana de la capital, Copenhague, y sus alrededores, como Herlev, Rodovre, Roskilde, Holbaek y Slagelse.
Reacciones internacionales
Numerosos líderes europeos han condenado el ataque, que se produce en la antesala de las elecciones europeas que se celebrarán este domingo en Dinamarca. El Partido Socialdemócrata, liderado por Frederiksen, aspira a ganar las elecciones.
La primera ministra, de 46 años, ocupa la jefatura de gobierno desde junio de 2019, cuando lideró una coalición de centroizquierda. Desde diciembre de 2022, ha liderado un ejecutivo de centro con dos fuerzas de derecha.
El ataque contra la primera ministra ha generado conmoción en la comunidad política danesa y europea, y ha generado un fuerte repudio hacia el agresor.
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