En un contexto de alta desocupación juvenil, un estudio revela que un 40% de los jóvenes desempleados decide no registrarse en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), considerando que esta medida no les será de ayuda para encontrar un empleo. Esta cifra es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que el SEPE es una herramienta fundamental para que los jóvenes puedan acceder a ofertas de trabajo y recibir apoyo en su búsqueda de empleo. La falta de confianza en el sistema puede estar relacionada con la baja eficacia que perciben los jóvenes en cuanto a la capacidad del SEPE para facilitar su inserción laboral. Esta situación plantea un reto para las autoridades y los responsables de la política laboral.
Un 42% de jóvenes desempleados no se registra en el SEPE
Un estudio elaborado por Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados revela que un 42% de los jóvenes de menos de 25 años que están desempleados no se encuentran registrados como demandantes de empleo en las oficinas del servicio público estatal.
Este porcentaje es llamativo si se compara con el 22% general de parados que aseguran no estar anotados en el SEPE en la última Encuesta de Población Activa (EPA) y resalta frente al escaso 12% de los mayores de 45 años.
Los jóvenes no ven útil el registro en el SEPE
Según el investigador asociado a Fedea, Florentino Felgueroso, hay dos factores clave que explican esta situación. Por un lado, la definición de paro registrado excluye a jóvenes que estén estudiando formación reglada y, por otro lado, no se considera que el registro en el SEPE sea una herramienta útil para encontrar empleo.
De hecho, la EPA muestra que el registro en el SEPE es el segundo método menos empleado por los jóvenes para buscar empleo, después de las gestiones para crear un negocio y ser autoempleado.
La brecha entre estadísticas oficiales y realidad
La diferencia entre los parados con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años que reflejan ambas estadísticas es de 261.000 personas, un número que solo se ve superado por la franja inmediatamente superior que va de los 25 a los 44 años, donde 294.000 personas escapan del radar del SEPE.
Por otro lado, hay un 'exceso' de 311.000 parados de más de 45 años que el INE no califica como tales al elaborar la EPA, lo que se relaciona con que esta franja de edad acude más a las oficinas públicas por tener derecho al paro o poder cobrar un subsidio.
La reforma del SEPE sigue pendiente
Las oficinas dependientes del Ministerio de Trabajo no son la opción número uno a la hora de buscar trabajo para ninguna de las franjas de edad analizadas. Los contactos de familiares y amigos son la fórmula preferida por los españoles, seguidos por el estudio de anuncios de empleo y colgar el currículum en alguna plataforma web.
El Gobierno tiene pendiente llevar a cabo la reforma del servicio público que se recogió en la Ley de Empleo de 2023 que dará paso a la Agencia Nacional de Empleo. La mejora de estos servicios está en el punto de mira de los sindicatos y la de las patronales, que ven como no está siendo capaz de dar respuesta al problema de vacantes que enfrentan algunos sectores económicos.
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