Un clásico de la literatura erótica celebró su 50 aniversario
El pasado mes de marzo, la obra maestra de la literatura erótica, Emmanuelle, celebró 50 años desde su publicación. Esta obra controvertida, escrita por Emmanuelle Arsan, ha sido considerada un clásico del género erótico y ha generado un gran impacto en la sociedad desde su lanzamiento en 1967. Con su estilo innovador y su temática atrevida, Emmanuelle ha sido traducida a más de 30 idiomas y ha vendido millones de copias en todo el mundo. En este artículo, exploraremos la trayectoria de esta obra y su influencia en la literatura erótica moderna.
Reviviendo el clásico: 'Emmanuelle' celebra 50 años de Sexo, Piel y Cine
Han pasado cuatro décadas desde que «Emmanuelle» revolucionara el concepto del erotismo en el cine. Cincuenta años desde que una desconocida, Sylvia Kristel, de tan solo 21 años, interpretara un personaje que marcó su vida y su carrera cinematográfica.
La película se convirtió en un fenómeno mediático que produjo una saga y innumerables versiones sobre una jovencita que descubría el sexo y buscaba el placer en sus distintas formas. Era 1974 y en España se iniciaba una tímida apertura en nuestro cine, permitiéndose los desnudos parciales, siempre que «lo exigiese el guion». Ni que decir tiene que las actrices españolas se convirtieron en las más limpias de todo el mundo.
Sin embargo, películas como «Emmanuelle» estaban muy lejos de llegar a nuestras salas comerciales. Hasta que se estrenó en 1977 en nuestro país, Francia, sobre todo las localidades próximas a la frontera, Perpiñán y Biarritz, se convirtieron en centro de peregrinaje para miles de españoles que buscaban descubrir los centímetros de piel que nos estaban vedados por el régimen franquista.
Esos viajes se llevaban a cabo desde prácticamente el inicio de la década de los setenta, pero ninguna otra película consiguió tener la repercusión del filme protagonizado por Sylvia Kristel que superó todas las expectativas.
«Emmanuelle» nació de la necesidad de dar una respuesta en Europa al auge del porno duro en EEUU que con títulos como «Garganta profunda» (1972) había conseguido recaudaciones millonarias. Aquellas secuencias de sexo simulado, en Emmanuelle, fueron calificadas como «pornografía para burgueses» y en nuestro país dieron origen a lo que se llamó el cine «s».
En una España ávida de olvidar la censura, atrajo a millones de espectadores que acudían a ver desnudos en las pantallas de actrices conocidas o una pléyade de jóvenes, que lejos de ser actrices, se apoyaban en su físico para interpretar papeles cuyo único objetivo era exponer el cuerpo femenino, porque los hombres estaban exentos de mostrar más allá del torso.
Sylvia Kristel, quien nunca fue una buena actriz, no logró quitarse nunca de encima el personaje que marcó su carrera. Lo interpretó otras tres veces, sin contar la serie de ocho capítulos que hizo para televisión. El personaje la fagocitó y llevó que su carrera estuviese siempre ligada a papeles en que el erotismo y el desnudo estaban presentes.
Cincuenta películas, a lo largo de toda su carrera, y es difícil recordar uno o dos títulos que tuvieran trascendencia. Just Jaeckin, director de «Emmanuelle» o «Historia de O», la dirigió en «El amante de lady Chaterley», basada en la novela de D.H. Lawrence y que fue otro de sus títulos más notables, aunque tampoco estaba exento de desnudos al menor descuido.
«Emmanuelle» es hoy una anciana de ochenta años que revolucionó el erotismo en el cine. Su protagonista murió, cuando aún no había cumplido los sesenta, en 2012. La actriz y la película siempre estarán unidas y como en otras cintas, «Lolita», «El último tango» …, en que el personaje pudo con la actriz.
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