La reciente noticia que ha causado revuelo en el ámbito de las subastas ha sido el sorprendente hecho de que un comerciante orgulloso ha desembolsado la impresionante suma de 8.300 euros por un par de zapatillas pertenecientes al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Este singular evento ha captado la atención de los medios y de la opinión pública, generando debate y asombro en igual medida. La subasta, que tuvo lugar en un contexto de gran expectación, evidencia el interés y la fascinación que despierta la figura de Trump en determinados círculos, así como la importancia que pueden alcanzar objetos relacionados con personalidades políticas de renombre. Sin duda, este hecho singular deja patente la influencia y el atractivo que aún ejerce Trump en el panorama internacional.
Comerciante fan de Trump deslumbra al adquirir par de zapatillas únicas
El empresario Roman Sharf, fundador y director ejecutivo de Luxury Bazar, ha adquirido un par de zapatillas de la línea Never Surrender de Donald Trump por la suma de 8.319 euros.
Estas exclusivas zapatillas doradas, firmadas por el exmandatario, fueron adquiridas en una subasta durante la Sneaker Con en Filadelfia, Pensilvania.
Trump lanzó esta edición limitada de 1.000 pares a un costo de 399 dólares, los cuales se agotaron rápidamente. Las zapatillas presentan diseños patrióticos, con una representación de la bandera estadounidense y la inicial T del expresidente.
Roman Sharf compartió su adquisición con orgullo en sus redes sociales, donde cuenta con una gran cantidad de seguidores. Incluso, recibió una invitación de Trump para almorzar en Mar-a-Lago, en Florida, a la que acudió con su hijo.
A pesar de las críticas en línea, Sharf se mantiene firme en su apoyo a Trump, destacando que su negocio se enfoca en atender a personas adineradas, muchos de ellos republicanos.
Este encuentro con el exmandatario fue descrito por Sharf como una charla amigable, sin agenda política. A pesar de las controversias, el comerciante se muestra indiferente a las críticas y afirma estar acostumbrado al odio en las redes sociales.
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