La accesibilidad en los edificios de viviendas en España es un tema que requiere atención inmediata. Según una reciente investigación, un tercio de los hogares españoles se encuentran en edificios con accesibilidad 'poca o nula', lo que supone un grave problema para las personas con discapacidad y movilidad reducida. Esta alarmante cifra pone de relieve la necesidad de adoptar medidas urgentes para garantizar la igualdad de acceso a la vivienda para todos. En este sentido, es fundamental abordar esta cuestión para asegurar que todos los ciudadanos puedan disfrutar de una vida independiente y autonomía en su propio hogar.
- Un tercio de los hogares españoles en edificios con accesibilidad 'poca o nula'
- La realidad de la accesibilidad en España
- Solo un 0,6% de los edificios de viviendas en España son universalmente accesibles
- Grupos más afectados
- País Vasco y Navarra, las comunidades autónomas más 'accesibles'
- La falta de accesibilidad afecta a la calidad de vida de millones de personas
Un tercio de los hogares españoles en edificios con accesibilidad 'poca o nula'
Más de un tercio (34,3%) de los hogares españoles, es decir, 6,45 millones, están en edificios “poco o nada” accesibles, según un estudio de la empresa de ascensores OTIS e ILUNION Accesibilidad.
La realidad de la accesibilidad en España
El estudio ‘Más allá del ascensor. Movilidad accesible y barreras en edificios y vivienda’ revela que solo el 20,8% de las viviendas están preparadas para las condiciones propias del envejecimiento. Los dos factores que resultan determinantes en la probabilidad de que el edificio sea considerado accesible por sus residentes son la antigüedad de construcción del edificio y el nivel de ingresos de las personas.
En cuanto a la antigüedad y la accesibilidad, el estudio revela que un 9,8% de los edificios residenciales construidos después de 2010 se perciben como no accesibles, porcentaje que asciende al 28,7% entre los unifamiliares.
Solo un 0,6% de los edificios de viviendas en España son universalmente accesibles
Con respecto al nivel de renta, cuanto mayores son los ingresos, mayor es la accesibilidad percibida de las viviendas situadas en bloques de pisos. En los bloques, la proporción de viviendas situadas en edificios con ascensor pasa del 57,6%, cuando los ingresos mensuales netos del hogar son inferiores a 1.000 euros, al 82,8%, cuando los ingresos netos superan los 2.500 euros mensuales.
Grupos más afectados
Las mujeres y las personas mayores de 65 años son los grupos de población que “más sufren” por la falta de accesibilidad en las viviendas. De acuerdo con el estudio, cerca del 30% de la población de más de 65 años vive en viviendas sin ascensor, generando una “importante” barrera de movilidad y autonomía de estas personas.
Las mujeres tienen “más probabilidades de experimentar limitaciones graves” en su actividad diaria relacionadas con la accesibilidad, por su mayor esperanza de vida. Al mismo tiempo, se enfrentan en mayor medida a estas barreras, dado que son las principales responsables de tareas de cuidado.
Las comunidades autónomas con más viviendas principales en edificios de fácil acceso son País Vasco (73,3%), Navarra (72,9%), Asturias (72,4%), La Rioja (72%) y Castilla y León (70,3%).
En contraste, Canarias, Ceuta y las Islas Baleares tienen menos del 60% de viviendas en edificios de fácil acceso, según el estudio.
La falta de accesibilidad afecta a la calidad de vida de millones de personas
La directora de Ilunion Accesibilidad, Patricia Otero, señaló que “la falta de accesibilidad afecta a la calidad de vida de millones de personas, es un riesgo y sobreesfuerzo físico diario, así como una privación de derechos en el que debería ser el lugar más seguro para una persona y, de esta forma, es un mayor sentimiento de frustración, los cual eleva el riesgo de aislamiento social de un colectivo vulnerable”.
El consejero delegado de Otis Mobility, João Penedo, agregó que “el ascensor se sitúa como un elemento clave para la accesibilidad, pero por sí solo resulta insuficiente. Aún con ascensor, se pueden presentar diferentes barreras, no solo arquitectónicas, sino también actitudinales”.
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