En un viaje a Japón, una española decidió sumergirse en la vibrante noche de Tokio, con la expectativa de disfrutar de una experiencia festiva inolvidable. Con la ilusión de conocer la cultura nocturna japonesa, se lanzó a la aventura, dispuesta a dejar atrás sus raíces españolas. Sin embargo, pronto descubrió que la fiesta nipona, a pesar de su fama, no podía compararse con la alegría y pasión que caracteriza a las noches españolas. ¿Qué fue lo que la llevó a esta conclusión? ¿Qué diferencias encontró entre la fiesta en Tokio y la de su país natal?
La fiesta en Tokio no puede compararse con la española, según una tiktoker española
La tiktoker española Kindapatri ha compartido su experiencia en una discoteca de Tokio, donde descubrió que la forma de divertirse en Japón es muy diferente a la de España. En un vídeo publicado en su cuenta de Tik Tok, que ya ha alcanzado más de 180.000 reproducciones y 23.000 me gusta, Kindapatri documenta su noche en una discoteca de Tokio.
La noche en Tokio es activa, comenta Kindapatri al principio del vídeo, explicando que tuvo que esperar media hora en la cola para poder entrar a una discoteca no muy grande con dos salas, una de ellas llena de gente.
Una de las primeras diferencias culturales que Kindapatri notó fue el tono de voz al hablar. El segurata del local se acercó a ella y a su amiga para preguntarles si estaban enfadadas porque simplemente hablaban muy alto, algo común en la cultura española.
Otra de las diferencias que Kindapatri destacó fue la diferencia de precio entre hombres y mujeres. Los hombres pagaban el doble que las mujeres, y como ella había nacido en abril, le dieron una pulsera, le dejaron entrar gratis y le regalaron una copa. Además, las copas estaban a cuatro euros.
Pero lo que más sorprendió a Kindapatri fue la forma en que la gente se divertía en la discoteca. No bailaban, solo se movían un poco y hablaban entre ellos. Esto fue un shock para la española, que estaba acostumbrada a las fiestas en Madrid, donde la gente baila y se divierte con energía.
En verdad, nada es comparable con la fiesta española, concluye Kindapatri en su vídeo. Su experiencia en Tokio fue interesante, pero no puede compararse con la pasión y la energía de una fiesta en España.
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