En la región sur de Madrid, se encuentra una de las mejores escapadas que ofrece la Comunidad: un día en Aranjuez a bordo del emblemático Tren de la Fresa. Esta excursión ferroviaria, que mezcla historia, cultura y gastronomía, se ha convertido en una experiencia imprescindible para los amantes de los viajes con encanto. El recorrido, que parte de la estación de Madrid Puerta de Atocha, transporta a los visitantes a través del tiempo hasta llegar al pintoresco municipio de Aranjuez, reconocido por su patrimonio histórico-artístico y sus famosos jardines. Durante el trayecto, los pasajeros pueden disfrutar de la belleza del paisaje mientras degustan las delicias gastronómicas típicas de la región. Sin duda, una jornada inolvidable que combina el placer de viajar en tren con la magia de descubrir los encantos de Aranjuez.
Descubre la magia de Aranjuez a bordo del legendario Tren de la Fresa
Visitar Aranjuez es uno de los mejores planes que existen, tanto para completar una escapada a la capital como para quienes viven en ella y desean cambiar de aires por unas horas. No solo es una de las localidades más importantes de la Comunidad, también una de las más bonitas. Y es que no podemos olvidar que Aranjuez fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 ya que alberga un pasado real que deja huellas imborrables.
Recorre los jardines y el Palacio Real en la escapada perfecta a Aranjuez
Para que el día sea completo y empiece en lo más alto, la mejor opción es llegar a Aranjuez en tren. Y ya puestos a lograr que sea un viaje único, mejor reservar en el Tren de la Fresa, que reiniciará su andadura a finales del mes de marzo y ya está disponible la venta de billetes. Se trata de un tren histórico que sigue rememorando el recorrido del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid. Fue construido en el año 1851 por indicación de Isabel II con la idea de unir la capital con el Palacio Real de Aranjuez, su lugar de descanso.
Vive un día inolvidable en Aranjuez: historia, naturaleza y diversión
Otra ventaja de viajar en tren es que así no te pierdes su bonita estación de estilo neomudéjar, tan característica por su ladrillo rojo. De ahí al Palacio Real solo hay un pequeño paseo de unos diez minutos. Antes de llegar al palacio hay que recorrer sus extensos jardines, verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y la arquitectura paisajística. El preferido siempre es el Jardín del Príncipe, conocido por sus fuentes ornamentales y su diseño geométrico que tanta tranquilidad y paz transmite. Además, el Jardín de la Isla, rodeado por las aguas del río Tajo, se llenará en breve de flores y será el sitio más fotogénico de esta escapada.
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