En una inquietante revelación, se ha conocido que en el Campo de Gibraltar se utilizan armas semiautomáticas, pistolas y rifles para proteger las plantaciones de marihuana. Esta noticia pone de manifiesto la grave problemática del narcotráfico en la región, donde grupos delictivos recurren a la violencia armada para resguardar sus intereses ilícitos. La presencia de este armamento de alto calibre en manos de individuos ligados al tráfico de drogas representa un peligro latente para la seguridad pública y evidencia la complejidad de los desafíos que enfrentan las autoridades en la lucha contra el crimen organizado. Es fundamental que se tomen medidas efectivas para desmantelar estas redes criminales y garantizar la tranquilidad y el bienestar de la comunidad en el Campo de Gibraltar.
Desmantelan grupo armado que protegía plantaciones de marihuana en el Campo de Gibraltar
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado, en la comarca del Campo de Gibraltar, un grupo especializado en el cultivo de marihuana en su modalidad indoor. La detención de estas tres personas ha permitido el desmantelamiento de dos plantaciones ubicadas en distintos emplazamientos de la zona, donde fueron incautadas más de 400 plantas de marihuana en distintas fases de desarrollo, así como el lugar donde se procedía al secado, procesamiento y envasado previo a su distribución.
La instalación de estas plantaciones se encontraban perfectamente acondicionadas con avanzados sistemas eléctricos de iluminación y ventilación con el objetivo de permitir y crear condiciones adecuadas para su desarrollo, así como diferentes útiles para el cultivo tales como fertilizantes. Dicha instalación contaba con enganches ilegales a la red del suministro eléctrico, con la finalidad de obtener energía para dicha instalación, algo habitual ya que los autores nunca están dispuestos a sumir el elevado coste económico que el consumo eléctrico de estos cultivos artificiales requiere provocando perjuicios a los vecinos de la zona, tales como interrupciones en el suministro eléctrico de sus viviendas o incluso llegando a provocar incendios de magnitud considerable por sobrecalentamientos en la instalación.
Los miembros de esta organización extremaban sus medidas de seguridad, no dudando en hacer uso de armas de fuego y otras a su alcance para proteger sus instalaciones. De hecho, en una de estas plantaciones, los agentes encontraron junto a las vías de acceso a la plantación, una escopeta semiautomática con varios cartuchos, así como un rifle y una pistola.
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