La atención al ictus en Europa se enfrenta a un desafío sin precedentes. De acuerdo a un reciente estudio, se prevé un aumento del 43% en la incidencia de este trastorno cardiovascular para el año 2040. Este crecimiento pronosticado supone un reto importante para los sistemas de salud en el continente, ya que el ictus es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en Europa. Es fundamental garantizar el acceso equitativo a los recursos médicos para los pacientes afectados por este trastorno, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas. En este sentido, es crucial que los gobiernos y organismos de salud trabajen conjuntamente para mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento del ictus, con el fin de reducir su impacto en la sociedad.
El coste de la atención al ictus en Europa aumentará un 43% en 2040
Según los últimos datos del sistema de seguimiento de ictus 'Service Stroke Tracker' (SST), del Plan de Acción contra el Ictus para Europa 2018-2030 (SAP-E), el coste de la atención a los casos de ictus en Europa aumentará un 43,3% en 2040, pasando de 60.000 millones de euros al año actualmente a 86.000 millones de euros.
Estos gastos previstos se destinarán a cuidados informales, atención sociosanitaria y pérdidas de productividad. El SAP-E ha publicado estos datos en el marco del Día Europeo de Concienciación sobre el Ictus, que se celebra el 14 de mayo.
Mejoras en la atención al ictus, pero retos persisten
Los datos del sistema de seguimiento de ictus en Europa, recopilados de 43 países, muestran algunas mejoras en el cumplimiento de los objetivos generales del SAP-E 2018-2030. La respuesta en la fase aguda, así como la organización y el control de calidad de los servicios, muestran mejoras notables.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el acceso a la atención en unidades de ictus, el seguimiento y los servicios de apoyo después del ictus siguen siendo áreas de preocupación. Es necesario llevar a cabo medidas para garantizar un acceso equitativo a estos servicios, que son vitales para atender a las personas afectadas por la enfermedad.
La incidencia del ictus en Europa se duplicó en los últimos 30 años
En España, cada año se producen 120.000 casos de ictus, y la incidencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 30 años. Se estima que para 2035 en Europa se producirá un aumento del 34% en el número de casos, superando los cuatro millones y medio.
La Fundación Ictus destaca que el ictus es una emergencia médica y que hasta el 90% de los ictus podrían evitarse con el control de los factores de riesgo modificables. Es importante destinar una adecuada inversión a prevenir el ictus.
Apoyo post-ictus para reducir el coste de la enfermedad
Los datos del sistema de seguimiento de ictus en Europa indican un acceso desigual a los servicios de vida después de sufrir esta enfermedad. Es necesario abordar las repercusiones a nivel cognitivo y psicológico derivados del ictus, ya que la enfermedad limita la autonomía y capacidad laboral de los pacientes.
En España, una de cada cuatro personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, y entre el 33 y el 35% quedará con secuelas que necesitan rehabilitación. Es urgente establecer líneas de actuación centradas en la persona para mejorar su vida después de un ictus.
Es urgente y necesario establecer las líneas de actuación centradas en la persona para mejorar su vida después de un ictus. Éstas deben garantizar el continuum asistencial y el acceso equitativo a los recursos y servicios públicos de rehabilitación y mantenimiento. Abordar estos ámbitos es esencial para garantizar que todas las personas afectadas por ictus reciban la atención integral que necesitan para recuperarse, y es la manera de reducir el impacto económico asociado a los casos que se producen cada año, ha explicado la enfermera experta en ictus y Coordinadora de la Fundació Ictus en Cataluña, Mercè Ayesta.
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