Tras el trágico suceso del derrumbe del edificio en la calle Canigó de Badalona, las autoridades han tomado medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los residentes de la zona. En una exhaustiva inspección, se ha determinado la necesidad de apuntalar más de 300 viviendas de la misma manzana donde ocurrió el fatídico incidente. Esta decisión, tomada con celeridad y diligencia, busca prevenir futuros desastres y brindar tranquilidad a los habitantes afectados. Es evidente la urgencia de actuar con prontitud y eficacia ante situaciones de riesgo como esta, demostrando la importancia de la seguridad estructural en la planificación urbana. Badalona se enfrenta a un desafío que requiere el esfuerzo conjunto de las autoridades y la comunidad para restablecer la normalidad en la zona afectada.
Badalona apuntala viviendas vecinas al edificio derrumbado en la calle Canigó
El Ayuntamiento de Badalona, Barcelona, ha llevado a cabo la inspección y apuntalamiento de 315 viviendas situadas en la misma manzana que el edificio número 9 de la calle Canigó, el cual colapsó el pasado 6 de febrero causando la trágica muerte de tres personas. Esta acción fue anunciada por el teniente de alcalde de Territorio, Daniel Gracia, tras las exhaustivas inspecciones realizadas por la empresa contratada por el consistorio.
En total, se ha intervenido en el 75% de las 420 viviendas distribuidas en 21 de los 22 bloques de las calles Canigó, Llefià y Ausiàs Marc. Como consecuencia del derrumbe, se ha procedido al desalojo de cinco edificios debido al riesgo de colapso.
Las actuaciones de apuntalamiento se han realizado en todos los bloques de las calles Canigó, Llefià y Ausiàs Marc, aunque en el caso de la calle Llefià, donde solo existen tres edificios, el impacto ha sido menor. El común denominador constructivo de los edificios afectados es el material cerámico con poco hierro, que con el paso del tiempo ha generado grietas, según justificó Gracia.
La prioridad del Ayuntamiento en este momento es permitir a los vecinos desalojados en las últimas semanas regresar a sus hogares. Para ello, se tiene prevista la sustitución de los puntales de los Bomberos en los bloques 5 y 7 de la calle Canigó por vigas de madera en los próximos días.
En cuanto a los edificios número 116 y 118 de Ausiàs Marc, se planifica realizar la misma operación, si bien la situación en estos inmuebles es más crítica según Gracia. Respecto al edificio número 11 de la calle Canigó, aún no se ha determinado un plan debido a su similitud con el número 9, para el cual se ha solicitado una autorización judicial para una inspección detallada programada para este viernes.
El coste de la empresa contratada por el Ayuntamiento para llevar a cabo las inspecciones, diagnósticos y un proyecto de reforma asciende a aproximadamente 400.000 euros. Desde el derrumbe del edificio, se ha procedido al realojamiento de 16 núcleos familiares en pensiones, de los cuales seis aún permanecen en alojamientos temporales.
La Generalitat ha ofrecido cinco pisos para los desalojados, de los cuales solo una familia ha aceptado, tres han declinado la oferta y una se encuentra evaluando la propuesta. Se está gestionando la situación hipotecaria del edificio colapsado, logrando detener los pagos correspondientes a Caixabank y manteniendo conversaciones con BBVA para alcanzar un acuerdo a corto plazo.
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