En un giro inesperado, una ola de cancelaciones de última hora ha sacudido a la comunidad de La Ribera debido a las inclemencias del tiempo. Esta noticia ha tomado por sorpresa a residentes y visitantes por igual, quienes se han visto obligados a reajustar sus planes ante esta situación imprevista. Eventos, actividades al aire libre y servicios de transporte se han visto afectados por esta repentina serie de cancelaciones, generando un ambiente de incertidumbre y preocupación en la región. Las autoridades locales han emitido recomendaciones a la población para mantenerse informada y tomar las medidas necesarias ante esta inesperada situación climática. Es evidente que la imprevisibilidad del clima ha impactado de manera significativa en la vida cotidiana de La Ribera, generando un escenario de adaptación y replanteamiento de actividades para todos los involucrados.
Cancelaciones de último minuto golpean al turismo rural en la Ribera
El turismo rural en la comarca ribereña enfrenta una Semana Santa a medio gas. Los alojamientos ubicados en pueblos están experimentando una ola de cancelaciones de última hora que han dejado la ocupación promedio en un 80%. Ana Belén Velasco, secretaria de Acriduero, asociación que agrupa a las casas rurales de la Ribera del Duero, ilustra la situación al mencionar que el viernes se cancelaron las reservas de dos alojamientos completos.
Un ejemplo representativo de esta problemática es el Albergue de la Estación de Río Lobos, en Hontoria del Pinar, dirigido por los hermanos arandinos Daniel y Sergio García. El domingo cancelaron una reserva para esta Semana Santa y ahora cuentan con 22 plazas disponibles que será complicado ocupar dadas las fechas.
Entre las posibles causas de estas cancelaciones, los empresarios del turismo rural señalan las previsiones meteorológicas desfavorables y la tendencia de reservar en varios lugares para decidir en el último momento. Además, mencionan incidencias de última hora como la imposibilidad de tomar vacaciones o presupuestos más ajustados.
Estas circunstancias están afectando negativamente a los alojamientos rurales en la comarca ribereña durante este período vacacional. Ana Belén Velasco reconoce que, comparado con años anteriores, la ocupación ha disminuido significativamente, siendo marzo uno de los meses con menor ocupación desde 2006, con la excepción del año 2020 debido a la pandemia. A pesar de ello, todavía existen clientes que eligen esta zona para disfrutar del turismo enogastronómico o para reunirse con amigos y familiares.
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