El primer aniversario del reinado de Carlos III de Inglaterra es un momento para reflexionar sobre los desafíos que ha enfrentado el monarca en este primer año en el trono británico. A pesar de las dificultades, el Rey ha demostrado su resilencia y su compromiso con el pueblo británico. Sin embargo, no ha sido un camino fácil. La enfermedad ha sido una sombra constante en su reinado, y los rumores sobre su salud han generado inquietud en el país. A pesar de esto, la figura de Camilla, la Reina Consorte, ha emergido como un apoyo fundamental para el monarca, demostrando su lealtad y su compromiso con la Corona.
Carlos III de Inglaterra celebra su primer aniversario en el trono, pese a la enfermedad y los rumores
Ha pasado un año desde que Carlos Felipe Arturo Jorge Windsor y Mountbatten asumiera el trono de Inglaterra, un logro que tardó más de 70 años en concretarse. La coronación del nuevo rey, de 74 años, tuvo lugar en una engalanada Londres hace ahora un año, un cumpleaños que llega con más sombras que brillos.
No puede decir el rey británico que este aniversario sea dicharachero. El balance de estos 365 días ha estado marcado por la enfermedad y los rumores. La monarquía inglesa ha mostrado más titubeos y precariedad que cuando murió Lady Di, su primera mujer, en 1997, año que su suegra Isabel calificó como de annus horribilis.
Un reinado marcado por la enfermedad y los rumores
El rey Carlos III implementó medidas de austeridad en la institución, quitando una casa a su hermano Andrés, que está apartado de toda actividad oficial por su implicación en el caso del pederasta Jeffrey Epstein. También acotó la representación oficial en la familia, solo su mujer, su hijo y heredero Guillermo y sus hermanos Ana y Eduardo tendrían un papel en la agenda.
La relación con su hijo pequeño, Harry, no ha mejorado sustancialmente, si acaso, al contrario. La distancia física, ya que vive en California con Meghan Markle y sus hijos, es también emocional y vital.
Carlos prodigó sus salidas públicas y, en contra de lo que solía hacer su madre, comenzó a estrechar manos allí donde iba, siempre acompañado de Camila, que, de proscrita en tiempos de Diana de Gales, ha pasado a ser el pilar más sólido de la monarquía.
La salud del rey y la nuera, Kate Middleton
Todo iba más o menos bien, cuando un anuncio dejó muchas dudas y temores en el aire: su nuera y joya de la corona, Kate Middleton, fue operada nada más pasar las Navidades de una cirugía abdominal. La familia cerró filas en torno a ella, pero un percance de salud vino a cruzarse en los asuntos médicos: el rey iba a ser operado también de un problema de próstata.
Lo que parecía un tema menor pasó a ser un asunto de estado de extrema gravedad: el palacio de Buckingham hacía público que Carlos III tenía cáncer, debía someterse a tratamiento, por lo que dejaba las tareas de representación en manos de su mujer y de su hijo mayor.
El futuro de la Corona británica
La polémica desaparición de Kate (y de Guillermo que se quedó junto a su esposa e hijos en casa a su cuidado) dos meses después de su cirugía, se 'resolvió' con un vídeo clarificador de ella contando al mundo que ella también padece cáncer.
El rey volvió a su trabajo la pasada semana, precisamente visitando un centro oncológico con su mujer y hablando con los pacientes y los médicos de las últimas novedades técnicas. En su agenda nueva, sometida a su evolución médica, están desde las tradicionales fiestas en el jardín del palacio hasta las carreras reales de Ascot.
Los reyes ingleses reciben a dos jefes de Estado extranjeros al año y, de momento, sigue en pie el viaje del emperador Naruhito de Japón al Reino Unido, que se ha anunciado para final de junio. Ese mismo mes, el 15 de junio, se celebrará el popular Trooping the colour, el desfile militar que festeja el cumpleaños del soberano, el Buckingham ya está trabajando para buscar la forma en la que el soberano (que tradicionalmente asiste a caballo) participe de forma segura en medio de esa impresionante exhibición.
Deja una respuesta