En el corazón de la provincia de Burgos, se encuentra el encantador pueblo de Lerma, un destino turístico que esconde una rica historia y un patrimonio cultural impresionante. En este lugar, rodeado de paisajes naturales de gran belleza, se encuentra la cuna de la primera Guardia Real, una institución militar que ha protegido a la monarquía española durante siglos. A lo largo de sus calles empedradas y arquitectura histórica, se respira un ambiente de tranquilidad y elegancia, que invita a los visitantes a descubrir sus secretos y tesoros escondidos. ¡_prepárate para conocer el pueblo burgalés que ha sido testigo de la historia de España!
- Descubre el Pueblo Burgalés de Lerma, Cuna de la Primera Guardia Real
- Espinosa de los Monteros, el Pueblo Medieval que Inspiró la Guardia Real
- La Historia detrás de la Primera Guardia Real en Espinosa de los Monteros
- Patrimonio Histórico en Espinosa de los Monteros
- Los Valles Pasiegos Burgaleses
- Gastronomía y Mercado Medieval
Descubre el Pueblo Burgalés de Lerma, Cuna de la Primera Guardia Real
Espinosa de los Monteros, en la provincia de Burgos, es un destino turístico que combina historia, naturaleza y gastronomía en un entorno medieval único.
Espinosa de los Monteros, el Pueblo Medieval que Inspiró la Guardia Real
Ubicado en el extremo norte de la provincia de Burgos, en la comarca de Las Merindades, Espinosa de los Monteros es un pueblo que se encuentra inmerso en un paisaje de valles, bosques, cumbres rocosas y extensos prados. A media hora de coche de Burgos, esta villa es un destino ideal para aquellos que buscan una experiencia medieval auténtica.
La historia de Espinosa de los Monteros se remonta al año 800 a.C., cuando los primeros pobladores cántabros de la Península Ibérica fundaron este lugar. Pasó después por manos romanas, árabes y cristianas, hasta que en el siglo XI, en plena Reconquista, sucedió el hecho que unió la villa de Espinosa con los reyes españoles durante nueve siglos.
La Historia detrás de la Primera Guardia Real en Espinosa de los Monteros
Según la leyenda, en el año 1006, el Conde Sancho García invitó a un rey árabe, que se enamoró de la madre del conde. Cegados por la pasión, decidieron deshacerse del conde porque suponía un obstáculo. Sin embargo, el plan fue descubierto por una de las camareras, que lo contó a su esposo, el escudero de Sancho García. En agradecimiento, el conde determinó que el escudero, su familia y sus descendientes serían su guardia personal, encargada de velar su sueño.
Así nació el Cuerpo de Monteros de Espinosa, que aunque no constituyó un cuerpo de carácter militar, fue la primera unidad que merece el nombre de Guardia Real. El Cuerpo de Monteros de Espinosa se disolvió con la Segunda República, en 1931, pero ya había cambiado la historia del municipio.
Patrimonio Histórico en Espinosa de los Monteros
Espinosa de los Monteros cuenta con un rico patrimonio histórico, con edificios blasonados, casonas, palacios y torres fortificadas. La plaza de Sancho García es el corazón del pueblo, donde se encuentra la Iglesia de Santa Cecilia, de estilo renacentista.
Entre los lugares que visitar se encuentran el Palacio de los Marqueses de Chiloeches, el Palacio de los Fernández-Vila y el Palacio de los Marqueses de las Cuevas de Velasco. La Torre de los Velasco, una gran construcción defensiva del siglo XV, también es un lugar destacado.
Los Valles Pasiegos Burgaleses
Espinosa de los Monteros se enmarca en Las Merindades, la zona más septentrional de la provincia de Burgos. Un lugar donde el Ebro y la Cordillera Cantábrica han creado un paisaje de ensueño, influenciado por la cultura pasiega, basada en el pastoreo de ganado, la trashumancia y la dureza de las condiciones.
La zona cuenta con various rutas senderistas, como la Senda Barrios de la Sía, la Senda Valle de la Lunada y la Senda Cascada del Guarguero, ideales para aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza.
Gastronomía y Mercado Medieval
Espinosa de los Monteros es famoso por su mercado tradicional de los martes, herencia de un privilegio concedido a la localidad en la Edad Media. Es un buen lugar para comprar productos de tradición artesanal.
La gastronomía de la zona es rica en productos típicos, como el queso pasiego, la mantequilla, las quesadas y los famosos sobaos. Un destino turístico que combina historia, naturaleza y gastronomía en un entorno medieval único.
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