En un alarmante informe, se ha revelado que el 13,5% de la población española sufre de soledad no deseada de manera crónica. Esta situación, que afecta a más de 5 millones de personas en España, se ha visto agravada por la pandemia actual, que ha llevado a la isolación social y la reducción de la interacción social. La soledad no deseada es un problema de salud pública que puede tener graves consecuencias en la salud mental y física de las personas. Es por esto que se hace necesario un enfoque conjunto para abordar esta pandemia, que requiere la participación de todos para tratarla de manera efectiva.
- La soledad no deseada afecta al 20% de los españoles
- Los jóvenes y las personas mayores de 75 años son los más afectados
- Un problema reversible con solución
- Las mujeres y las personas con discapacidad son más propensas a sentir soledad
- La calidad de las relaciones sociales y el nivel educativo son clave
- La tecnología y el entorno urbano o rural también influyen
- La sociedad reconoce el problema, pero existe un estigma
- Es necesario un esfuerzo conjunto para resolver el problema
La soledad no deseada afecta al 20% de los españoles
Un estudio revela que el 20% de la población española sufre soledad no deseada, mientras que otro 30% asegura haberla padecido en algún momento de su vida. Además, el 13,5% de la población afirma sentir soledad crónica, es decir, desde hace dos años o más.
Los jóvenes y las personas mayores de 75 años son los más afectados
Los jóvenes son los que más padecen este problema, seguidos de las personas mayores de 75 años. La incidencia es más alta en mujeres que en hombres y está directamente relacionada con un conjunto de variables sociales de todo tipo.
Un problema reversible con solución
Según Imelda Fernández, vicepresidenta del consejo General de la ONCE, esta es la pandemia que necesita de todos para tratarla. Es un fenómeno social que puede afectar a cualquier persona. Nadie está libre de sentirla y esa soledad llega en la mayoría de las ocasiones de forma silenciosa.
Las mujeres y las personas con discapacidad son más propensas a sentir soledad
El 21,8% de las mujeres reconocen padecer soledad no deseada, frente a un 18% de los hombres. Además, el 15,8% de las personas con discapacidad se sienten aisladas y el 17% cree que los demás están a su alrededor, pero no con ellos.
El estudio destaca que la calidad de las relaciones sociales y el nivel educativo son fundamentales en la prevención de la soledad no deseada. Las personas que sienten que sus relaciones familiares son malas o regulares tienen una mayor prevalencia de soledad.
La tecnología y el entorno urbano o rural también influyen
El 38,4% de las personas que sufren soledad se relaciona con sus amistades principalmente online, en comparación con solo un 17,6% de las personas que no la sufren. Además, los jóvenes en pueblos y las personas mayores en ciudades son más propensos a sentir soledad.
La sociedad reconoce el problema, pero existe un estigma
El 70% de la población reconoce conocer a alguien que puede sentirse en esta situación, pero la mayoría de las personas que la sufren no se sienten cómodas hablando sobre su experiencia y pidiendo ayuda.
Es necesario un esfuerzo conjunto para resolver el problema
Según Imelda Fernández, esta es la pandemia de todos. Todas las personas que estamos en instituciones y organizaciones debemos trabajar para resolverlo allá donde haya una sola persona así. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha apostado por generar más redes de amistad y apoyos positivos y ha reconocido la labor del estudio y ha apostado porque se sigan realizando más investigaciones sobre esta problemática.
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