La empresa Space One ha experimentado un revés significativo en sus operaciones espaciales con la trágica noticia de que su cohete ha explotado durante el lanzamiento. Este incidente, que tuvo lugar en la base de lanzamiento ubicada en una zona remota, ha generado conmoción en la comunidad científica y la industria aeroespacial. A pesar de los esfuerzos del equipo de ingenieros y técnicos de Space One, el cohete sufrió una falla catastrófica que resultó en la destrucción total de la nave. Este infortunado suceso plantea interrogantes sobre la seguridad de los lanzamientos espaciales y la necesidad de reevaluar los protocolos de control de calidad en la industria. Space One, reconocida por su innovación en el campo de la exploración espacial, se enfrenta ahora a un desafío sin precedentes para recuperar su reputación y garantizar la integridad de sus futuras misiones.
El cohete de Space One sufre un revés al intentar ser la primera empresa japonesa en órbita
El cohete nipón Kairos, que aspiraba a ser el primero operado por una compañía privada japonesa en poner en órbita un satélite, explotó este miércoles poco después de su primer intento de lanzamiento, al activarse su mecanismo de autodestrucción debido a un problema técnico.
El lanzamiento fallido tuvo lugar en Kushimoto, Japón, y la firma operadora, Space One, lo había programado para este día tras posponerlo por motivos logísticos. El cohete despegó según lo previsto pero explotó en el aire apenas unos segundos después, esparciendo combustible en llamas y fragmentos alrededor de la plataforma de lanzamiento.
Space One señaló que se procedió a la suspensión del vuelo del cohete y que actualmente se están investigando los detalles del incidente. El mecanismo de autodestrucción automática se activó dentro del margen de seguridad para evitar daños mayores.
Los cuerpos de bomberos locales acudieron al lugar para sofocar las llamas causadas por la caída del combustible, sin que se reporten daños materiales ni víctimas. A pesar de este revés, Space One no renunciará a su objetivo y planea realizar nuevos intentos de lanzamiento una vez se aclaren las causas del fallo.
El cohete Kairos, diseñado para llevar una carga de 250 kilos a una órbita terrestre baja, formaba parte de los esfuerzos de la industria aeroespacial japonesa por construir lanzaderas más pequeñas y baratas. Fundada en 2018, Space One cuenta con la participación de empresas como Canon Electronics y Shimuzu, y tiene la meta de enviar al espacio unos 30 cohetes por año en la próxima década.
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