La problemática del incremento de los alquileres se ha convertido en un tema de gran relevancia en la sociedad actual, ya que está generando consecuencias negativas como desahucios y ocupación ilegal. Según revela un estudio reciente, los precios de los alquileres han experimentado un aumento considerable en los últimos años, lo que ha llevado a un incremento en los casos de desahucios en diversas ciudades. Esta situación, a su vez, ha propiciado un incremento en la ocupación ilegal de viviendas como respuesta desesperada de quienes se ven imposibilitados de hacer frente a los costos de los arrendamientos. Ante este escenario preocupante, las autoridades competentes se ven en la necesidad de buscar soluciones efectivas que garanticen el derecho a la vivienda digna para todos los ciudadanos.
Alza en alquileres provoca incremento de desahucios y ocupación ilegal en Burgos
Recientemente, los legisladores del Partido Popular de la provincia de Burgos informaron que la ocupación ilegal en la zona ha experimentado un aumento superior al 30% en los últimos cinco años, resultando en el usurpamiento de una vivienda semanalmente. Sin embargo, estas estadísticas no abarcan un problema aún más preocupante y frecuente, que es la figura del inquilino moroso, aquel arrendatario que deja de cumplir con el pago de la renta tras la firma del contrato. Los propietarios se enfrentan a dificultades para desalojar a estos inquilinos, ya que en promedio tardan más de un año en recuperar su propiedad. Desde el año 2021, los juzgados han visto multiplicarse por cuatro los lanzamientos por impagos, una tendencia atribuida por los expertos al incremento de los precios de alquiler.
Es importante diferenciar entre un okupa y un inquilino moroso, aunque desde la perspectiva del propietario de una vivienda ambos representen un desafío similar. Legalmente, son figuras distintas. Según la letrada especializada en la materia, Pilar Pérez Díez, una persona que ocupa ilegalmente una propiedad está cometiendo un acto ilegal, aprovechándose en muchas ocasiones de viviendas vacías, en estado de abandono o ruinosas. Por otro lado, los inquilinos morosos incumplen el contrato y dejan de pagar conscientemente o debido a dificultades económicas, siendo casos distintos a los procedimientos iniciados contra un arrendatario.
Esta problemática en Burgos ha generado una situación alarmante que requiere de acciones concretas para abordarla y evitar mayores consecuencias negativas en el mercado de alquiler de viviendas. Para más información, se puede consultar la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos o acceder al enlace proporcionado.
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