La noticia titulada Qué es la hafefobia: así es el miedo a ser tocado por los demás nos adentra en un fenómeno psicológico poco conocido pero de gran relevancia. La hafefobia se define como el miedo intenso e irracional a ser tocado por otras personas, generando en quienes lo padecen una profunda incomodidad y ansiedad. Este trastorno, que puede tener origen en diversas experiencias traumáticas o problemas de autoestima, limita la interacción social y afecta la calidad de vida de quienes lo sufren. En un mundo donde el contacto físico es parte fundamental de la comunicación humana, la hafefobia plantea desafíos significativos tanto a nivel personal como social. Es crucial generar conciencia sobre esta condición y promover estrategias de apoyo para aquellos que enfrentan esta dificultad en su día a día.
Descubre la hafefobia: el miedo al contacto físico que afecta a muchos
La hafefobia es un tipo de fobia poco frecuente, cuyo número de afectados se ha incrementado a raíz del Covid-19 y las restricciones de contacto social que se tomaron como medida preventiva. Se trata de un trastorno de ansiedad que muchas personas sufren por motivos no relacionados con la pandemia, como puede ser un abuso sexual. El simple hecho de estar cerca de una persona, sea conocida o no, puede suponer una situación de intranquilidad y malestar persistente para la persona con hafefobia, en muchas ocasiones la percepción de la realidad se distorsiona.
Hafefobia: el temor a ser tocado que ha aumentado en tiempos de pandemia
La hafefobia implica repulsión al contacto físico, tanto dado como recibido. Se produce por una hipersensibilidad prossemia interpretada en el subconsciente de la persona afectada, que percibe el contacto físico como una invasión. La hafefobia también es conocida como quiraptofobia, afenfosfobia o tixofobia, se refiere un miedo persistente e irracional a ser tocado. Esta fobia está relacionada con otros trastornos en los que predomina la ansiedad, como puede ser trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o el estrés postraumático (PTSD).
Las personas con hafefobia evitan el contacto físico ante cualquier circunstancia social, cuando no pueden librarse de la situación experimentan un gran temor y quieren huir de la situación. El paradigma social actual contribuye a la expansión de esta fobia, ya que cada vez se limita más el contacto físico a situaciones íntimas, y debido a la desconfianza, en muchas ocasiones, entrar en contacto corporal con otra persona, se percibe como algo hostil.
¿Qué causa la hafefobia?
Existen más de 500 tipos de fobias, todas ellas implican el miedo desmedido e irracional hacia algo o alguien. Algunas son grandes desconocidas, como la agirofobia, que es el miedo a cruzar la calle, o la papirofobia, miedo al papel. En el caso de la hafefobia la persona afectada intenta proteger su zona íntima y personal lo máximo posible, aunque viviendo en sociedad esto resulta realmente complicado.
Después de la pandemia se incrementó notablemente el número de personas con miedo irracional al contacto físico. Una persona puede nacer con hafefobia, pero es poco frecuente. En la mayoría de los casos la raíz de este miedo proviene de un trauma del pasado que no se ha superado. Este tipo de traumas, suelen derivar de una agresión sexual que genera desconfianza en uno mismo y en los demás. Una mala relación, la ausencia o el desinterés con los padres durante la infancia también puede traducirse en un adulto con hafefobia.
Síntomas de la hafefobia
Según El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales o MDE, editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, en su quinta actualización, la hafefobia puede provocar síntomas muy diversos dependiendo de la persona y el origen del miedo. Aunque, hay algunos síntomas generales que comparten la mayoría de personas con hafefobia: taquicardia, escalofríos, sudoración, ansiedad, vértigo, temblores, miedo a morir, sensación de alerta constante.
La ansiedad provocada por la exposición al estímulo fóbico puede manifestarse en forma de ataque de pánico. Situaciones cotidianas, como coincidir en un ascensor con alguien, dar la mano, o hacer la compra con gente alrededor, pueden suponer una auténtica situación estresante e incómoda para la persona con hafefobia.
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