En una decisión sin precedentes, se ha impuesto una multa al servicio de autobuses por no proporcionar ropa adecuada a sus conductores. Esta medida se ha tomado debido a las quejas recurrentes de los trabajadores, quienes han denunciado la falta de uniformes apropiados para desempeñar sus funciones con comodidad y seguridad. La inspección realizada por las autoridades competentes reveló que la empresa incumplía con las normativas laborales en cuanto al vestuario de sus empleados, poniendo en riesgo su bienestar y la calidad del servicio ofrecido. Esta sanción busca no solo garantizar las condiciones laborales adecuadas para los conductores, sino también enviar un mensaje claro a las empresas del sector sobre la importancia de cumplir con las regulaciones vigentes en materia de protección y cuidado de los trabajadores.
Multan a servicio de bus por no proveer uniformes a conductores
La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Burgos ha impuesto una multa de 6.000 euros al Servicio de Movilidad y Transportes del Ayuntamiento de Burgos por no suministrar los uniformes correspondientes a los conductores de autobuses. Esta es la tercera ocasión en la que la Inspección de Trabajo sanciona al Ayuntamiento, destacando que la sanción se ha graduado en su grado máximo debido al incumplimiento reiterado de advertencias previas. La negligencia e intencionalidad del sujeto infractor, que afecta a 226 trabajadores del servicio, ha sido evidenciada.
Al analizar la infracción, calificada como grave, se hace referencia al artículo 67 del convenio colectivo del Servicio Municipalizado de Autobuses Urbanos de Burgos, el cual establece que cada tres años se debe proporcionar una prenda de abrigo para el invierno a los conductores, debiendo estar en posesión de los trabajadores antes de junio de 2023.
La representación del Ayuntamiento no pudo desmentir los hechos denunciados por el comité de empresa y optó por acogerse a un descuento en la multa, pagando anticipadamente 3.600 euros en lugar de los 6.000 establecidos. Ante esta situación, se ha decidido poner fin a la desidia en la gestión y se ha procedido a sacar el contrato a concurso.
La falta de uniformes ha obligado a los nuevos trabajadores a desempeñar sus funciones con la vestimenta que traen de sus casas, mientras que los empleados más antiguos han tenido que alargar la vida útil de sus uniformes hasta la llegada de los nuevos. Esta situación ha generado una imagen negativa desde todos los ángulos.
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