En un sorprendente giro de eventos, la casa de la confusión, un lugar que hasta hace poco era considerado un refugio de paz y tranquilidad, se ha convertido en un escenario de caos y desorden. La noticia ha generado gran conmoción en la comunidad, donde muchos se preguntan qué ha llevado a este lugar, conocido por su ambiente acogedor y tranquilo, a convertirse en un centro de confusión y desorden. A medida que se van conociendo más detalles, nos damos cuenta de que la confusión y la incertidumbre se han apoderado de este lugar, y es nuestro deber informar a la sociedad sobre lo que sucede detrás de las puertas de la casa de la confusión.
La extraña dinámica del Cádiz CF: ordenan hablar a los jugadores y callar al entrenador
El Cádiz CF es un club que nos tiene acostumbrados a ver situaciones curiosas y hasta desternillantes. Después de un año horrible, la entidad gaditana sigue sorprendiendo con decisiones y actuaciones que dejan perplejos a propios y extraños.
Uno de los ejemplos más recientes es la forma en que se manejan las relaciones con los medios de comunicación. Resulta que se hace hablar a los jugadores que no quieren y se silencia al entrenador que quiere. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió con Mauricio Pellegrino, quien este jueves se dignificó a hablar sobre su ausencia en la rueda de prensa posterior al empate con Las Palmas.
«Fue una decisión del club; me hubiera gustado hablar tras el partido pero me comunicaron que no hacía falta», dijo Pellegrino sobre su ausencia en la rueda de prensa. Bien por Pellegrino por aclarar la situación. El argentino no ha tenido ni suerte ni la ha buscado, pero siempre ha mostrado un tono cortés, elegancia y naturalidad en su forma de manejar las situaciones.
Por otro lado, las palabras de Pellegrino se agradecen para contrarrestar las declaraciones de los capitanes Ledesma, Iza y Álex, quienes salieron a pedir el apoyo de la afición por orden del club. El vestuario no veía con buenos ojos que, después de casi un año sin hablar con los medios, los jugadores salieran a pedir apoyo sin permitir preguntas.
El arquero argentino Ledesma leyó una carta en una comparecencia sin preguntas que provocó la indignación de las asociaciones de periodistas gaditanas. Y con razón. Convocar a los medios para una rueda de prensa y no permitir preguntas es un insulto al trabajo y al tiempo de los profesionales.
Es curioso que incluso algunos capitanes se indignaron con esta decisión del club al no permitir preguntas sin que ellos supieran que se había tomado dicha medida. Así que lo que se lleva es obligar a hablar a los futbolistas que no quieren y ordenar callar al entrenador que quiere. SON LAS COSAS DE ESTE CÁDIZ, QUE ES PARA COMÉRSELO.
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