La lucha de una madre por la tutela de sus hijas es un ejemplo de amor inquebrantable y determinación en medio de la adversidad. Ante la separación forzada de sus pequeñas, esta valiente mujer ha decidido no rendirse jamás en su búsqueda por reunir a su familia. Con una fortaleza indomable, repite con convicción: «Mientras viva no voy a parar hasta que estén conmigo». Su historia es un llamado a la solidaridad y justicia, un recordatorio de que el amor de una madre puede mover montañas y vencer cualquier obstáculo. En medio de la adversidad y el dolor, su determinación brilla como un faro de esperanza, inspirando a todos aquellos que luchan por un mundo más justo y humano.
Madre lucha por recuperar a sus hijas arrebatadas por la Junta: una historia desgarradora
Vanesa relata su calvario tras perder la tutela de sus hijas: un caso sin resolver que la mantiene en vilo desde hace cinco años. En 2019, la Junta de Andalucía le retiró la tutela de dos de sus hijas, quienes fueron enviadas a centros y familias de acogida sin que ella pudiera recuperarlas. Vanesa se cuestiona el motivo de esta decisión que le ha arrebatado parte de su vida.
La madre narra con convicción y dolor cada detalle de lo sucedido, destacando la incredulidad que le genera esta situación. A pesar de su lucha constante, aún no logra comprender por qué le quitaron a sus hijas sin una razón aparente. La adolescente mayor, de 15 años, se ha escapado del centro de acogida en el que se encontraba, generando aún más preocupación y angustia en Vanesa.
Denuncia negligencia de la Junta en caso de tutela: Vanesa acusa a las autoridades de dejación de funciones y falta de atención en el último episodio con su hija fugada. La menor se ausentó del centro sin que nadie alertara su desaparición durante días, lo que llevó a Vanesa a contactar a la Policía por su cuenta para informar sobre su paradero.
La madre relata que inicialmente solicitó ayuda a Asuntos Sociales para alejar a una de sus hijas del ambiente conflictivo en el que se encontraba con su padre. Sin embargo, la situación se complicó cuando la Junta decidió llevarse a ambas niñas, dejándola desamparada y sin comprender las razones detrás de esta medida.
Manuel, el padre de una de las niñas, respalda la versión de Vanesa, destacando su condición de trabajador honrado y la estabilidad del hogar familiar. Vanesa se cuestiona por qué no le retiraron la tutela de su hija con discapacidad si realmente consideraban que era una madre inadecuada.
La Junta de Andalucía responde a las acusaciones: afirman que la fuga de la menor fue denunciada siguiendo el protocolo establecido y que la adolescente se encuentra tutelada por la administración. Explican que la retirada de las niñas se realizó por motivos de negligencia, desprotección y violencia en el hogar, respaldada por una orden judicial que ratificó la medida.
Ante la negativa de Vanesa de entregar a la adolescente fugada, la Junta argumenta que está incumpliendo las indicaciones legales y podría incurrir en un delito de sustracción de menores. Además, justifican la restricción de visitas a la hija menor debido a la presencia de la adolescente en su hogar, temiendo que esto refuerce conductas ilegales.
Vanesa insiste en su inocencia y en su determinación por recuperar a sus hijas, sometiéndose a todas las evaluaciones y trámites necesarios para demostrar su idoneidad como madre. Destaca que nunca ha tenido problemas legales y que continuará luchando por las niñas que tanto ama.
La historia de Vanesa es un testimonio desgarrador de una madre que lucha por recuperar a sus hijas arrebatadas, enfrentando obstáculos y acusaciones que ponen en duda su integridad como madre y su derecho a estar junto a sus seres queridos.
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