En un inesperado giro de los acontecimientos, los reyes y sus hijas han dejado boquiabiertos a los viandantes al aparecer por sorpresa en pleno corazón de Madrid. Esta inusual e inesperada visita ha generado gran revuelo entre los transeúntes, quienes no dudaron en demostrar su asombro al ver a la familia real paseando por las concurridas calles de la capital.
La presencia de los reyes y sus hijas ha suscitado todo tipo de reacciones entre los presentes, desde muestras de admiración y respeto hasta muestras de sorpresa y entusiasmo. Sin duda, este inesperado encuentro ha marcado la jornada de quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo, convirtiéndose en uno de los momentos más inolvidables de la vida cotidiana en la bulliciosa ciudad de Madrid.
La familia real sorprende a los madrileños al unirse a procesión religiosa
El sábado por la tarde, los Reyes de España, Felipe y Letizia, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, participaron en la emotiva procesión de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo y del Paso del Santísimo Cristo Yacente en Madrid.
Los monarcas se unieron a los fieles en la última procesión de la Semana Santa en Madrid, organizada por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo. A pesar de las condiciones climáticas adversas, la familia real acompañó a las imágenes religiosas en un momento de gran significado espiritual.
La procesión, que partió de la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava en la calle Alcalá, fue brevemente interrumpida por la lluvia, pero esto no impidió que los Reyes y sus hijas se unieran a los fieles en este acto de fe.
Las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo, de Juan Pascual de Mena, y el Cristo Yacente, obra de los talleres Olot, fueron llevadas en hombros por devotos de la Congregación, acompañadas por la música de la Banda de La Soledad de Madrid y la Agrupación musical 'El Maestro'.
La familia real, ataviada para el clima lluvioso, saludó a los presentes con sonrisas, demostrando su cercanía con la gente y su respeto por las tradiciones religiosas. El Rey Felipe incluso portaba un chubasquero y un paraguas, mientras que la Reina Letizia llevaba otro paraguas de menor tamaño.
El año anterior, los Reyes también participaron en una procesión en Chinchón, demostrando su compromiso con las festividades religiosas y su interés en mantener vivas las tradiciones de la Semana Santa.
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