En una situación emocionalmente cargada, una joven luchó contra sus propios demonios al confesar que había imaginado actos violentos contra su propia familia, lo que la llevó a sentir un miedo intenso y a buscar ayuda profesional. Esta confesión fue un paso crucial para la joven, quien sufría de Trastorno de Oposición y Conducta (TOC), una condición que la llevaba a experimentar pensamientos de daño y a luchar contra impulsos negativos. Afortunadamente, en un momento de necesidad, la joven encontró el coraje para buscar ayuda y comenzar su camino hacia la recuperación.
Joven con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) confiesa pensamientos violentos hacia su familia y busca ayuda profesional
Ari, una joven valiente, ha decidido compartir su lucha contra el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) en el programa Espejo Público de Antena 3. En el matinal, Ari ha relatado la batalla que libra diariamente contra su propia mente, que la hace cuestionar su propia humanidad.
¿Y si soy una asesina? ¿Y si mato a mi perro? ¿Y si asfixio a mi novio?, se preguntaba Ari en el plató de Atresmedia, reflejando la angustia y el miedo que la acompañan desde hace tiempo.
Ari padece un tipo de TOC que se caracteriza por pensamientos intrusivos y obsesivos relacionados con la violencia hacia sus seres queridos. Sin embargo, la joven ha destacado que su miedo no tiene que ver con fantasear con la violencia, sino con el temor a hacer daño a las personas de su entorno. Nunca ha protagonizado ningún episodio violento, ha asegurado.
Con este tipo de TOC, tú lo que quieres, realmente, es que las personas que quieres y tú estéis a salvo, estéis bien, ha explicado Ari. La joven ha recalcado que su objetivo es evitar hacer daño a los demás, y que su compulsión es alejarse de objetos punzantes y de situaciones que puedan desencadenar un episodio violento.
Anteriormente, Ari no compartía sus inquietudes con nadie por miedo a que la encerrasen en un centro psiquiátrico. Sin embargo, cuando sus ideas aumentaron, buscó información y ayuda profesional para normalizar su situación.
Ahora, Ari ya no necesita medicación, pero sí lo ha hecho durante bastante tiempo de su vida. Poco a poco, han podido retirársela. Hoy en día, ha asegurado, el éxito de su tratamiento hace que solo tenga estos episodios puntualmente y, cuando es necesario, acude a terapia para superarlos.
La valentía de Ari es un ejemplo para aquellos que luchan contra el TOC y otros trastornos mentales. Su decisión de hablar abiertamente sobre su experiencia es un paso importante para reducir el estigma y promover la conciencia sobre la salud mental.
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