La nueva forma de comunicación política: Biden, Sánchez y Macron lideran la moda epistolar con cartas a la ciudadanía en momentos de crisis

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La nueva forma de comunicación política: Biden, Sánchez y Macron lideran la moda epistolar con cartas a la ciudadanía en momentos de crisis

En un giro inesperado en la comunicación política, líderes mundiales como Joe Biden, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron están revolucionando la forma en que se conectan con la ciudadanía en momentos de crisis. La moda epistolar ha vuelto a estar de moda, y estos líderes están escribiendo cartas abiertas a la población para explicar sus decisiones y medidas en momentos clave. Esta nueva forma de comunicación política busca establecer un diálogo más directo y transparente con la sociedad, y se está convirtiendo en una tendencia que puede cambiar la forma en que los políticos se comunican con sus ciudadanos.

La carta como herramienta de comunicación: un elemento personalísimo en la política contemporánea

En momentos de crisis, los líderes mundiales han recurrido a una herramienta de comunicación analógica y personalísima: la carta a la ciudadanía. Joe Biden, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez son algunos de los políticos que han optado por esta forma de comunicación para reconstruir su imagen y transmitir empatía y transparencia a la ciudadanía.

La carta como cortafuegos

En la actualidad, estos líderes mundiales han tenido que enfrentar crisis políticas y de comunicación importantes. Biden ha lidiado con el cuestionamiento de su valía al frente de la Presidencia de Estados Unidos, Macron pasó a ser la segunda fuerza política en un Parlamento donde ninguna formación obtuvo una mayoría clara, y Sánchez recibió la noticia de que un juzgado abría diligencias contra su mujer. Sin embargo, en lugar de utilizar los canales de comunicación habituales, como ruedas de prensa o mensajes en redes sociales, han optado por escribir cartas a la ciudadanía.

La difusión de estas misivas, a firma propia, reviste su mensaje de cercanía, humanidad y transparencia. Sin embargo, pueden entenderse como un reconocimiento de vulnerabilidad en su gobernanza o liderazgo, y en ocasiones rozar la victimización.

Un elemento personalísimo

Un elemento personalísimo

Según David Rico, consultor y experto en estrategia de comunicación política, las cartas a la ciudadanía son una especie de elemento personalísimo por el que el político busca transmitir empatía al ciudadano en aras de una mejor comprensión por parte del receptor. Deja un mensaje claro, sencillo, llano, pero directo, anota el experto.

Rico detalla que otra virtud de estos textos, al escribirse de un modo tan claro, es que no dan pie a la manipulación y distorsión. Las palabras están escritas y consiguen que el mensaje llegue tal y como lo quieren transmitir, apunta el profesor del Máster en Acción Política de la Universidad Francisco de Vitoria.

La cercanía y la transparencia

Un rasgo importante que contribuye a la proximidad y honradez de las cartas es la ausencia de un logo o imagen institucional. Por ejemplo, las dos cartas de Pedro Sánchez no incluían sellos de La Moncloa ni del PSOE, sino una sencilla firma. Al no venir acompañada de un logo o marca, la carta es aún más personal, señala el consultor.

La cercanía y la transparencia que se generan a través de estas cartas pueden contribuir a una mejor comprensión de la situación y a una mayor empatía con el político. Sin embargo, también pueden ser vistas como un reconocimiento de debilidad o vulnerabilidad.

Manifestar una debilidad. para revertirla

La práctica totalidad de mensajes gubernamentales o presidenciales suelen emitirse mediante comunicados oficiales, ruedas de prensa o en mensajes en redes sociales. Sin embargo, la emisión de una carta a la ciudadanía al uso, al ser ciertamente atípica, puede llevar implícitas algunas debilidades cuando se tiene que recurrir a ella.

No sorprende que así sea, a la vista de los precedentes de Biden -cuestionado por sus capacidades-, Macron -que perdió respaldo en las urnas- o Sánchez -cuya mujer comenzaba a estar investigada por la Justicia-. En los tres casos hay una crisis política y de comunicación importante que los afecta, ya que están siendo duramente atacados por sus adversarios, manifiesta Rico.

Cambiar el foco

Los emisores de la carta no solo podrían limpiar su imagen, sino que también conseguirían dar la vuelta al foco que apunta sobre ellos con una herramienta de contención de la crisis. Una vez se publica la carta, logran modificar la agenda de comunicación mediática y política. Se consigue un efecto contrario en la comunicación, ya no se habla de la razón del ataque sino de la carta en sí. Por consiguiente logra cambiar el debate público, argumenta el profesor.

Esta alteración de la opinión pública no solo se comporta como una omisión de los ataques previos que recibía quien la escribe, sino que puede tomar forma de contraataque. Si los adversarios políticos hacen una lectura de la carta como una herramienta de manipulación hacia la ciudadanía -como tiende a ocurrir- y la idea de la victimización del gobernante ha cuajado, entonces un ataque puede verse como un punto negativo sobre los adversarios.

Efecto en los votantes

Además de mejorar la imagen de los emisores y producir efectos en el foco mediático y de la opinión pública, las misivas pueden tener determinados efectos electorales en un determinado sector del electorado. Según David Rico, existe un grupo de electores totalmente fiel y otro radicalmente crítico en los que la carta tiene pocas consecuencias. Sin embargo, un tercer electorado que brinda su apoyo dependiendo de las circunstancias y la gestión gubernamental sí podrían verse condicionados por las cartas a la ciudadanía.

Si entendemos que esta comunicación muchas veces va dirigida al votante cautivo, este tipo de comunicación puede ser efectiva porque este electorado suele no ser radical en sus posturas y pueden ver de manera asertiva y empática que una persona se comunique de manera tan personal sobre un problema, concluye el analista.

La delgada línea entre la carta y el tuit

Por una cuestión formal, el mismo texto de la carta volcado sobre un tuit extenso o un hilo en la red social X no tendría los mismos efectos para el lector. La imagen de la carta le da una mayor presencia al mensaje, subraya el profesor de estudios superiores.

Rico comenta que una fotografía de la carta se ve diferente porque se ve más legítima y apunta a la autenticidad que vislumbra en su estructura y formato, ya que presenta características menos comunes de leer en una red social todos las publicaciones son muy similares.

Javier Martín

Mi nombre es Javier, soy redactor jefe con una amplia experiencia en el mundo del periodismo. Actualmente trabajo en El Informacional, un periódico independiente de actualidad nacional en Español. Me apasiona investigar y redactar noticias relevantes que mantengan informada a nuestra audiencia. En nuestro medio, nos esforzamos por ofrecer información veraz y objetiva sobre los acontecimientos más importantes del país. Mi objetivo es contribuir a la formación de una opinión pública informada y crítica. ¡Gracias por seguirnos en nuestro sitio web!

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