La caza al narco se frena en los juzgados presenta un escenario donde las acciones para combatir el narcotráfico se ven obstaculizadas por decisiones judiciales. Este titular revela un panorama complejo donde la lucha contra el crimen organizado encuentra barreras legales que limitan su avance. La noticia pone de manifiesto la importancia de la justicia en el proceso de desarticulación de redes delictivas, destacando cómo las decisiones judiciales inciden directamente en las operaciones de las fuerzas de seguridad. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la efectividad de las estrategias implementadas y la necesidad de una mayor cooperación entre los distintos poderes del Estado para abordar de manera eficaz este grave problema que afecta a la sociedad.
Estado al límite: la caza al narco se estanca en juzgados colapsados
La caza al narco debe enfocarse desde un punto de vista integral. Las carencias son evidentes, la escasez de recursos ha puesto al Estado contra las cuerdas. La muerte de dos guardias civiles en Barbate ha sido el trágico detonador después de lustros advirtiendo de que la zona era un polvorín a la espera de arrimar la mecha para que prendiera y todo explotara.
El Gobierno ha reaccionado, tarde, pero ha reaccionado, y en estos días se evidencia una mayor presencia policial en el municipio barbateño, foco junto a La Línea y Sanlúcar del tráfico de drogas en esta puerta de entrada a Europa. El uniforme, la placa, representan una medida disuasoria, pero la realidad es que policías y guardias civiles tienen las manos atadas. O esposadas, más aún que los delincuentes.
Porque a la actuación policial, que busca implantar la seguridad, hay que sumarle la judicial, para precisamente alcanzar la justicia. Y los Juzgados de Barbate están colapsados, incapaces de desarrollar una labor tan importante como la de los agentes. Al narcotráfico se le suman otros delitos civiles, penales y de familia: violencia de género, registro civil. y numerosos casos de tramitación preferente que van sepultando los juzgados bajo sábanas de papel. De archivos y documentos.
Los números son ilustrativos, y sobre todo este dato: hay alguna causa pendiente de 2013, que más de una década después aún no se ha resuelto. Una estructura del siglo XIX como reconocen los propios responsables de impartir Justicia que, si es tardía, ya no es del todo justa.
Barbate clama justicia: narcotráfico desafía a un sistema judicial obsoleto
Una respuesta real a este desafío de los narcotraficantes exige medidas no sólo contundentes, sino completas y equilibradas. Para que tanto trabajo no se desagüe por los resquicios del sistema.
En cuanto a la conciencia, empieza a desmentirse el mito. La población de Barbate, los vecinos, están hartos. Es mentira que la mayoría de esta tierra viva de la droga, y es una excusa argüir falta de oportunidades como razonamiento para justificar la delincuencia. Ayer se quiso organizar una manifestación ilegal frente al Ayuntamiento para protestar por la presencia policial. Rotundo fracaso. Cero personas.
Un contraste evidente con aquella marcha en la que los barbateños reivindicaron su dignidad y gritaron el popular ¡Basta ya! Pese al abandono, el clamor es evidente. Los narcos están cada día más solos.
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