La Fundación Atapuerca se prepara para un importante hito en su historia, ya que la sede de la institución se ampliará en noviembre. Esta noticia marca un paso significativo en el desarrollo y expansión de la Fundación, reconocida a nivel internacional por su labor en la investigación y divulgación de la evolución humana. La ampliación de sus instalaciones permitirá fortalecer su capacidad de investigación y difusión de conocimiento, consolidando su posición como referente en el estudio de la prehistoria. La Fundación Atapuerca ha demostrado a lo largo de los años un compromiso incansable con la preservación del patrimonio arqueológico y la promoción de la ciencia, valores que se verán potenciados con esta nueva etapa de crecimiento.
Ampliación de la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros
La Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros se encuentra en proceso de ampliación de su sede, un proyecto ambicioso que busca potenciar su infraestructura para continuar con su importante labor investigativa y divulgativa en el ámbito de la arqueología y la paleontología.
Diseño bioclimático y respeto a la identidad cultural en nueva sede de Atapuerca
El diseño bioclimático y el respeto a la identidad cultural son aspectos fundamentales que han sido cuidadosamente considerados en la construcción de la nueva sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros. Estos elementos no solo aportan un valor estético y funcional al edificio, sino que también reflejan un profundo compromiso con el entorno y la historia de la región.
Los grandes ventanales que se reparten por todo el edificio, la galería al sur que identificará la planta superior y los lucernarios de la cubierta llenan de luz natural el interior del inmueble que servirá para ampliar la sede de la Fundación Atapuerca, en Ibeas de Juarros. Eso y el interior de madera (que solo quedará a la vista en el piso superior) es lo primero que llama la atención una vez dentro del edificio. En el exterior le define que se mantenga la sillería de piedra caliza, conservando la identidad cultural de ese tipo de edificaciones, además de conectar con el paisaje y la estructura del conjunto.
Con tres niveles accesibles (sótano, planta baja y primer piso) y 600 metros cuadrados de superficie, las obras en el centro que llevará el nombre del investigador Emiliano Aguirre van cogiendo altura y ya es visible la estructura de hormigón en la planta baja y la de madera en altura. El acceso junto a la actual sede de la fundación ya es un hecho y por dentro están compartimentados todos los espacios.
La distribución de la planta baja incluye el vestíbulo que da acceso a los distintos espacios, una sala de trabajo, un gran archivo para custodiar los fondos tanto de Emiliano Aguirre como de los codirectores del Equipo de Investigación y la sala de consulta contigua.
El primer piso, el de la amplia galería al sur, está ocupado por los despachos de Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, además de otras zonas de trabajo y consulta polivalentes.
Este tipo de criterios bioclimáticos así como la utilización de equipamientos de bajo consumo son el otro gran eje sobre el que se ha ideado el proyecto. Los factores climáticos son fundamentales y además mantiene la relación con las construcciones populares.
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