Abandono y vandalismo en el bar de Fuentes Blancas
La falta de uso y mantenimiento ha llevado al deterioro del bar de Fuentes Blancas, propiedad del Ayuntamiento y situado frente a los toboganes. Desde su cierre en 2017, el local ha sido objetivo fácil de actos de vandalismo.
Los vándalos han accedido al interior del local tras romper la puerta de entrada y una de las ventanas, causando numerosos desperfectos. A pesar de ello, la verja de la entrada permanece abierta, permitiendo el acceso a cualquier persona.
Dentro del local, todavía se encuentran abundantes materiales de hostelería, como tazas, vasos, servilleteros y bandejas, en la barra. La máquina de tabaco ha sido movida de su emplazamiento habitual y incluso abierta.
Las mesas y sillas que dejó el último inquilino se encuentran dispersas por diferentes estancias, algunas de pie y otras tiradas. Los vándalos también han arrancado los focos situados sobre la barra y en la zona de comedor, algunos de los cuales se han llevado como botín y otros han sido rotos y tirados al suelo.
Además de los desperfectos causados, el local también acumula suciedad y cascotes que se han caído del techo, lo que ha dejado su huella en las paredes. La humedad debido al mal estado del tejado ha afectado negativamente al estado del local.
Un local que fue emblemático
El bar de Fuentes Blancas fue en su época uno de los más frecuentados por los andarines y familias que acudían con sus hijos a disfrutar de los toboganes y el parque infantil situado a pocos metros. Su terraza siempre estaba concurrida, especialmente los fines de semana y los meses de verano.
Actualmente, el entorno está desangelado y solo el puesto de helados que acaba de abrir para la temporada estival obliga a hacer parada.
Intentos fallidos de rehabilitación
En abril de 2022, el anterior equipo de Gobierno (PSOE y Cs) sacó la gestión del local a licitación por un importe mínimo de 200 euros al mes y un período de 20 años, incluyendo la necesidad de llevar a cabo reparaciones en el inmueble. Sin embargo, solo se presentó un interesado que ofertó 400 euros al mes, pero finalmente desistió.
Con el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento (PP y Vox), se cambió el planteamiento y se decidió que primero se iba a realizar una rehabilitación integral del edificio y luego sacar la licitación de la explotación. Sin embargo, todavía no se ha dado ningún paso en este sentido.
A pesar de contar con partida presupuestaria, no se ha convocado el concurso para redactar el proyecto. Luego, se tendrán que sacar las obras a concurso y la administración tiene sus plazos, de modo que todavía queda mucho tiempo para que este local de hostelería vuelva a abrir sus puertas.
El inmueble tiene un total de 876 metros cuadrados, pero es necesario mejorar el estado de la cubierta que está muy deteriorada, sanear el sótano que está lleno de humedades y cambiar los cerramientos, así como hacerlo accesible.
Esperamos que pronto se tomen medidas para rehabilitar este local emblemático y devolverle su esplendor.
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