En el marco de la compleja situación política en Cataluña, es importante recordar que el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, no es el único líder socialista que ha abstenido o rechazado medidas clave relacionadas con la cuestión catalana. Anteriormente, otros dirigentes del partido socialista también han manifestado su disconformidad con decisiones clave que afectaban a la comunidad autónoma. A lo largo de la historia, estos desacuerdos y enfrentamientos han sido una constante en el seno del partido, revelando las fisuras y divergencias internas en cuanto a la forma de abordar el tema catalán. En este sentido, el caso de Lambán se suma a una lista de precedentes significativos que han marcado el rumbo de la política española.
El expresidente autonómico Javier Lambán ha roto la disciplina de voto del PSOE en el Senado al ausentarse del Pleno para no votar a favor de la ley de amnistía. Sin embargo, no es el primer dirigente socialista en hacerlo sobre temas relacionados con Cataluña.
Lambán, que siempre se ha mostrado en contra de esta medida, justificó su decisión de no votar a favor porque incurriría en una insoportable deslealtad consigo mismo, entraría en una contradicción flagrante con sus convicciones éticas y políticas, y porque está convencido de que no le prestaría ningún servicio ni al país ni al partido.
Antes que él, hubo otros dos expresidentes autonómicos que tampoco asistieron a un Pleno de la Cámara Alta para no participar de la votación de la aplicación del artículo 155 de la Constitución por el que el entonces Gobierno de Mariano Rajoy asumía el control temporal de la Generalitat. Fue a finales de octubre de 2017, casi un mes después del referéndum ilegal y el mismo día de la declaración unilateral de independencia (DUI).
Los dos socialistas que se ausentaron del Pleno el 27 de octubre de 2017 fueron José Montilla, presidente catalán entre 2006 y 2010, y Francesc Antich, presidente balear entre 2007 y 2011. Ese año, ambos eran senadores y correspondía a la Cámara Alta votar la aplicación del 155.
No puedo votar en contra porque, como socialista, no puedo avalar actuación irresponsable de quienes en Cataluña quieren romper con la legalidad y llevarla a un precipicio de incalculables consecuencias económicas políticas sociales y culturales, explicó entonces Montilla, quien añadió que tampoco podía votar a favor por su compromiso con la institución que había presidido.
Montilla se mostró comprensivo con las razones que habían llevado al Gobierno a poner en marcha el 155 y al PSOE a darle su apoyo matizado, si bien expresó sus dudas sobre la constitucionalidad del texto aprobado, como, según dijo, habían puesto de manifiesto diferentes informes de juristas y académicos.
Unos meses después de ese Pleno, el Grupo Parlamentario Socialista decidió sancionar a Montilla y Antich con 300 euros cada uno, dentro de los márgenes que establece el reglamento del partido.
En este sentido, Lambán no es el primer dirigente socialista en romper la disciplina de voto del partido en temas relacionados con Cataluña, y su caso no es aislado en la historia del PSOE.
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