Simon Harris, reconocido conservador, ha sido seleccionado como el nuevo primer ministro de Irlanda, en un acto que marca un importante cambio en la política del país. Esta decisión ha generado una mezcla de opiniones en la sociedad irlandesa, con algunos elogiando su trayectoria y otros expresando preocupaciones sobre su postura ideológica. Harris, conocido por su enfoque en temas económicos y sociales, se enfrenta a la tarea de liderar una nación en un momento crucial de su historia. Su nombramiento ha despertado expectativas y dudas en cuanto a las futuras políticas que implementará y su impacto en la sociedad irlandesa y en el escenario internacional.
Simon Harris, nuevo primer ministro de Irlanda
La Cámara Baja de Dublín, conocida como Dáil, eligió este martes al líder del partido democristiano Fine Gael, Simon Harris, como nuevo primer ministro de Irlanda, tras la dimisión de su correligionario Leo Varadkar el pasado mes.
Harris toma las riendas del Gobierno con 37 años, uno menos de los que tenía Varadkar en 2017, en su primera etapa como primer ministro, lo que le convertirá en el mandatario más joven en la historia del país.
El dirigente conservador obtuvo el apoyo de 87 de los 160 diputados de la cámara. Entre estos se incluyeron varios independientes, los miembros de la formación centrista Fianna Fáil -segunda fuerza nacional- y del Partido Verde, socios del Fine Gael en el Ejecutivo de coalición.
En su primer discurso, el nuevo taoiseach aseguró que liderará un Gobierno de cooperación con centristas y verdes, con lo que reiteró su intención de agotar la legislatura pese a la presión de la oposición.
Simon Harris asume como primer ministro de Irlanda tras dimisión de Leo Varadkar
El ministro irlandés de Educación, Simon Harris, se comprometió a desempeñar su cargo con un espíritu de humildad, pleno de energía y determinación para lograr los objetivos marcados por este Gobierno desde que accedió al poder en 2020.
Entre sus retos más inmediatos destacan las elecciones locales y europeas de junio, en las que confía en dar un impulso a una formación en declive durante los últimos años.
Después de gobernar en coalición con los laboristas entre 2016 y 2020, el Fine Gael cayó al tercer puesto en los comicios generales de 2020, por detrás del Fianna Fáil y del nacionalista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA.
Según los observadores, el retroceso del Fine Gael ha sido uno de los factores que llevaron a Varadkar a presentar por sorpresa su dimisión el pasado 20 de marzo, cuando él mismo alegó motivos personales y políticos para abandonar el cargo.
También pesó en su decisión el hecho de que dos semanas antes el Ejecutivo sufriera una inesperada derrota en dos referéndums encaminados a modernizar el concepto de familia y el papel de la mujer en la sociedad.
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