En un giro inesperado de los acontecimientos, el carguero Borkum no llegó a Cartagena, lo que ha sido recibido con gran satisfacción por parte de Sumar y Podemos. Esta noticia supone un gran logro para las organizaciones que se habían plantado cara a la llegada del buque, cuestionando la conveniencia de su arribo al puerto cartagenero. La decisión de no desembarcar en Cartagena es un triunfo para la sociedad civil y un reconocimiento a la lucha ciudadana que se ha librado en torno a este tema. Ahora, Sumar y Podemos celebran este logro, demostrando que plantar cara sí que sirve y que la presión ciudadana puede lograr cambios positivos.
Autoridades navieras y políticos felicitan al carguero Borkum por no desembarcar en Cartagena
Varias personas protestaron para que el buque Borkum no amarrara en el puerto de Cartagena, y finalmente, el carguero cambió de rumbo y se dirigió al puerto esloveno, desde donde trasladará su mercancía a la República Checa.
El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, se felicitó por la noticia y escribió en una red social: Teníamos razón. Esperamos disculpas mañana. La presión social sirve, plantar cara sirve. ¡Victoria! Ninguna complicidad con el genocidio.
Por su parte, la candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero, recriminó al Gobierno con ironía: Estaba todo tan claro y nos lo estábamos inventando todo tanto que… el Borkum evita entrar en el puerto de Cartagena. Basta de hipocresía. Basta de criminalizar y ridiculizar al movimiento de solidaridad con Palestina. Actuamos para parar el genocidio.
La polémica surgió después de que una ONG denunciara que el carguero transportaba una carga de armamento con destino final a Israel. Desde Sumar y Podemos pidieron explicaciones al Gobierno, que aseguró que la carga no se dirigía en ningún caso a Israel y tenía como destino la República Checa.
La mercancía transportada por el Borkum estaba compuesta por 24 contenedores de cargadores para armas con carga explosiva y 8 contenedores de cartuchos de trinitrotolueno. La decisión del carguero de no amarrar en el puerto de Cartagena es considerada una victoria por los políticos y activistas que se oponían a la llegada del buque.
El caso del Borkum ha generado un gran debate político y social en el país, con algunos sectores acusando al Gobierno de complicidad con el genocidio y otros defendiendo la libertad de navegación y comercio.
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