Las migrañas son un problema de salud común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque no existe una cura definitiva para esta condición, existen varias estrategias que pueden ayudar a prevenir o aliviar los síntomas. En este sentido, destacan tres claves fundamentales para reducir la frecuencia y gravedad de los episodios de migraña. En primer lugar, la ingesta adecuada de magnesio es esencial para regular el funcionamiento del cuerpo y prevenir los dolores de cabeza. En segundo lugar, la dieta juega un papel clave en la prevención de las migrañas, ya que ciertos alimentos pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Finalmente, la reducción del estrés y el control del brillo de las pantallas también son fundamentales para evitar los episodios de migraña.
Prevenir las migrañas: identificar estímulos desencadenantes y controlar la nutrición
La migraña es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. En nuestro país, es la primera causa neurológica de discapacidad en adultos menores de 50 años. Afortunadamente, existen algunas estrategias que pueden ayudar a prevenir los episodios de migraña.
Identificar estímulos desencadenantes
Las migrañas a menudo parecen estar desencadenadas por ciertos estímulos o eventos, que incluyen desde la ingesta de ciertos alimentos a la exposición a algunos olores. Por ello, identificar los factores desencadenantes de nuestros episodios de migraña es una de las estrategias fundamentales para prevenirlos.
Algunos de los estímulos desencadenantes más comunes incluyen:
- Ruidos fuertes y luces brillantes
- Ciertos alimentos, como el chocolate, el vino tinto, las carnes procesadas, los endulzantes, el queso y la cafeína
- Cambios hormonales, como los que se producen durante el ciclo menstrual
Vigilar la nutrición
Otro desencadenante frecuente es la ingesta de determinados alimentos. Conocer los alimentos (o los aditivos) que en cada caso particular podrían desencadenar una migraña puede ayudar a evitarlos. En función de las características de nuestro caso, podría ser necesario limitar la cantidad que consumimos o evitarlos completamente.
Además, existen evidencias que apuntan a que las deficiencias severas de magnesio pueden empeorar la patología. Por ello, y siempre tras consultarlo con un profesional médico, la suplementación con magnesio o ciertos cambios en la dieta pueden ayudar a ciertos pacientes a sufrir menos episodios de migraña.
Atención al tiempo
Curiosamente, en algunas personas la climatología parece afectar de manera sustancial al riesgo de sufrir episodios de migraña. Por ello, si encontramos que es el caso, en los días en los que el tiempo incremente nuestras posibilidades podemos tratar de evitar pasar en el exterior lo máximo posible.
Llevar horarios regulares
El ayuno o saltarse comidas puede desencadenar migrañas en algunas personas. Por ello, para la mayoría de las personas es mejor comer en la hora siguiente a levantarse y después cada tres o cuatro horas. De la misma forma, la deshidratación también se relaciona con la frecuencia de los episodios.
Además, la falta de sueño podría agravar los síntomas. Se aconseja tratar de dormir todos los días entre 7 y 8 horas; es importante apuntar, no obstante, que el exceso de sueño también podría provocar los ataques en ciertas personas.
Hacer ejercicio ligero
Finalmente, algunos pacientes sufren episodios después de realizar ejercicios especialmente intensos, como levantamiento de pesos. Si descubrimos que este es nuestro caso, es mejor que optemos por opciones más ligeras para nuestro cuerpo, como el yoga, el aeróbic ligero o el taichí.
Deja una respuesta