El próximo mes de julio, tres de cada cuatro ascensores en nuestro país se verán afectados por una serie de cambios significativos. La razón detrás de esta transformación es la entrada en vigor de una nueva normativa que busca garantizar una mayor seguridad y eficiencia en el funcionamiento de estos dispositivos. La norma, que ha sido diseñada para proteger la integridad de los usuarios, establece nuevos estándares de seguridad y performance para los ascensores. A partir de julio, los propietarios de edificios y responsables de la instalación y mantenimiento de ascensores deberán adaptarse a estos cambios, lo que implicará una serie de modificaciones y mejoras en la fabricación, instalación y mantenimiento de estos dispositivos.
La seguridad en ascensores: ¿cómo afectará la nueva normativa a elevadores en España?
La nueva norma de revisión de ascensores en España afectará a entre un 35 y un 40% de los instalados en todo el país, que tendrán que acometer unas reformas cuyo coste puede llegar a rondar los 30.000 euros en los casos más complejos y que se estima que puede tardar unos siete años en realizarse al completo.
Según la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda), a cierre de 2023 había 1.180.000 ascensores en España, de los que se estima que entre un 35 y un 40% estarán afectados, en menor o mayor medida, por esta nueva regulación de seguridad.
La nueva normativa de seguridad
El Consejo de Ministros aprobó a comienzos de abril la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) relativa a la puesta en servicio, modificación, mantenimiento e inspección de los ascensores, que entrará en vigor el 1 de julio.
Esta normativa busca implementar medidas de seguridad que actualmente incorporan los nuevos ascensores en los elevadores más antiguos. Entre los requisitos que se incluyen está la nivelación de los elevadores para limitar el desnivel entre el interior del mismo y la parte exterior, con el objetivo de evitar accidentes.
Otro de los requisitos es la detección en puertas con cortinillas no solo por haz puntual, para evitar atrapamientos por las puertas de cabina. También se incluye la condición de que los ascensores cuenten con un sistema de comunicación bidireccional para que en caso de encierro, la persona pueda comunicarse con el exterior.
Además, se busca proteger al usuario contra los movimientos ascendentes incontrolados de la cabina y los movimientos incontrolados de cabina en reposo y puertas abiertas, así como modernizar el contrapeso.
Impacto en la industria
El arco de precios para llevar a cabo las mejoras es muy amplio, y puede oscilar entre los 800 euros por una instalación sencilla de comunicación bidireccional hasta los 30.000 euros que puede costar el trabajo de una adaptación del contrapeso muy complicada.
Se calcula que alrededor de unos 400.000 de los elevadores en servicio en España tienen más de 30 años de funcionamiento, por lo que se prevé que afectará principalmente a los ascensores más antiguos que no hayan sido revisados recientemente.
Desde el punto de vista del mantenimiento, se calcula que puede suponer entre un 20 y un 30% más de tareas de mantenimiento dependiendo de la compañía.
Impacto en las comunidades de vecinos
Peio Mendia, tesorero del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, explica que los administradores de fincas están muy acostumbrados a normativas del Ministerio de Industria y que en este caso, esta supone una mejora de la seguridad.
Unas 2.000 comunidades de vecinos podrán beneficiarse de hasta 90.000 euros de ayuda para instalar ascensor. Sin embargo, Mendia admite que afectará a muchas comunidades de vecinos y que dependerá de la situación de cada una de ellas.
Es importante tener en cuenta la vida útil de los ascensores, que en otro tipo de productos está más interiorizado, pero que cuesta más de percibir en el caso de los ascensores o en la vivienda.
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