Imagina un lugar donde el tiempo se detiene y te transporta a una época de glamour y sofisticación. Un lugar donde la nostalgia y la elegancia se fusionan para llevarnos a una experiencia única. En el corazón de Madrid, se encuentra un restaurante que nos permite volver a los años 50 en Nueva York, una época dorada de la historia de Estados Unidos. Con su decoración inspirada en los clásicos establecimientos neoyorquinos de la década de 1950, este restaurante nos ofrece una inmersión en el pasado, con sus detalles y objetos que nos transportan a una época de jazz, cine negro y música en vivo. ¿Quieres saber más sobre este restaurante retro que está revolucionando la escena gastronómica madrileña?
Regresa al pasado: Mono y El Escondite de Villanueva te llevan a los años 50 en Nueva York
La hamburguesa, reina del fast-food que nació en los años 50 en Nueva York, es el protagonista de esta colaboración entre la marca delivery Mono y el restaurante madrileño El Escondite de Villanueva.
Con el objetivo de rememorar aquellos tiempos de cambios en los gustos gastronómicos de los norteamericanos, cuando a mediados del siglo pasado ganaba en popularidad la comida rápida accesible a todas las clases sociales y culturas, Mono y El Escondite de Villanueva ofrecen cuatro modalidades de hamburguesa inspirada en el Nueva York de la década de los 50, con carne de vaca madurada y pan brioche, para que al degustarlas cambiemos de época y volvamos a los orígenes del fast-food.
La autenticidad de la sencillez del siglo pasado
Mono ofrece sus smash burgers inspirándose en la hamburguesa tradicional que arrasó en Nueva York en los años 50, aunque con un aire renovado. Se trata de hamburguesas clásicas elaboradas 100% con ingredientes de alta calidad, de kilómetro cero, frescos y sin congelados.
La smash burger de Mono utiliza bolas de carne de 90 gramos, que se aplastan en la plancha. La preparación siempre aplica la técnica 'smash burger', que consiste en aplastar las bolas de carne contra la plancha, consiguiendo que éstas caramelicen, dejando una costra crujiente para potenciar el sabor original.
Inspiración mejorada, by Mono
Para acercarnos a los gustos gastronómicos de los años 50 al otro lado del océano, desde donde llega siempre la inspiración a España, hemos entrevistado a Matilda Antón, de la firma Mono.
En los 50, la escena gastronómica de Nueva York vio un auge en la popularidad de la comida rápida y accesible a todas las situaciones económicas y culturas. Las hamburguesas se convirtieron en un símbolo de esta era, generalmente servidas con ingredientes simples como lechuga, tomate, cebolla y pepinillos, acompañadas de mostaza y ketchup, explica la experta de Mono.
Los drive-ins y los diners se hicieron extremadamente populares. Esta época también marcó el inicio de cadenas que han dado la vuelta al mundo como White Castle y McDonald's, entre otras. La tendencia hacia el fast-food reflejaba el crecimiento económico y los cambios sociales de la época, sentando las bases para la evolución futura de conceptos como la smash burger.
La cultura de la hamburguesa neoyorquina original, en Madrid
Nuestra inspiración es exactamente el origen de esta cultura de la hamburguesa, la sencillez y la conveniencia, el crear un producto para todos los públicos y todos los gustos. Para nosotros, se trata de una preparación sencilla, sin florituras, el reflejo de este producto tan democrático desde sus inicios, dice Matilda.
Desde sus inicios, la hamburguesa es un producto que se come con las manos. La clave de este producto que nació y triunfó en los años 50 en el epicentro de los Estados Unidos es una buena materia prima, una carne de vaca vieja, queso cheddar típico americano, y una variedad de salsas con un buen thinking detrás que tienen un denominador común: ensalzar el sabor de la carne para una experiencia única.
Así son las cuatro recetas Mono para El Escondite de Villanueva
Las cuatro burgers diseñadas para esta colaboración entre Mono y El Escondite de Villanueva están elaboradas con carne de vaca vieja madurada en 40 días y pan brioche tostado sin mantequilla añadida.
La primera de estas inspiraciones se llama Mono Not That Classic, una burger cocinada en técnica smash napada con cheddar fundido y pepinillo agridulce picado, sazonada con bits de bacon y la icónica salsa Corral con toques de humo, mostaza y soja.
La siguiente recibe el nombre de Smushroom, con técnica smash y cubierta con queso Havarti fundido, champiñones confitados y un alioli de AOVE, ajos asados y cebollino fresco.
La siguiente sería G.O.A.T. En esta propuesta, la carne está cocinada junto a la brunoise de cebolla en técnica smash al estilo Oklahoma, con queso tierno de cabra fundido, rúcula fresca y toques de mostaza ligera.
Para finalizar, Mono Not Ham, elaborada también con la técnica smash tan característica, además de cheddar fundido con pimientos verdes fritos, cecina de León y salsa de yogurt especiado.
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