La noticia titulada Conoce los síntomas del ictus, cómo prevenirlo y qué hacer en caso de emergencia aborda un tema crucial en la salud pública. El ictus, o accidente cerebrovascular, es una afección grave que requiere atención inmediata. Es fundamental reconocer los síntomas para actuar con rapidez y eficacia. Entre los signos de alerta se encuentran la pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, dificultad para hablar y mareos intensos. Para prevenir esta enfermedad, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, controlar factores de riesgo como la hipertensión y realizar chequeos médicos regulares. En caso de emergencia, es crucial llamar de inmediato al servicio de emergencias para recibir la atención médica adecuada y minimizar las secuelas. La información y la prevención son herramientas fundamentales en la lucha contra el ictus.
Síntomas del ictus: aprende a reconocerlos y actuar rápidamente en emergencias
El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en España, con alrededor de 120.000 casos nuevos registrados cada año, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cada minuto cuenta ante un ictus, ya que se pierden miles de neuronas si no se aplican medidas terapéuticas adecuadas de forma precoz.
Los síntomas del ictus suelen ser súbitos e inesperados, incluyendo la pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo, torcedura de la comisura bucal, dificultad para hablar o comprender, alteraciones visuales, inestabilidad y cefalea intensa. Es crucial activar rápidamente los servicios de emergencia llamando al 112 al presentar alguno de estos síntomas, evitando retrasos innecesarios.
Prevención del ictus: consejos clave para cuidar tu salud cerebral
En el hospital se realizan pruebas como el TAC craneal para determinar si se trata de un ictus isquémico (80% de los casos) o hemorrágico. El tratamiento varía dependiendo del tipo de ictus, siendo más efectivos en el isquémico que en el hemorrágico. Se recomienda actuar sobre factores de riesgo modificables como la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipemia, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol, entre otros.
El control de estos factores, junto con un estilo de vida saludable, es fundamental para la prevención primaria del ictus. Según el Dr. Jaime Masjuan, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, invertir en prevención no solo salva vidas, sino que también genera un importante ahorro.
El ictus es una emergencia médica que requiere un abordaje precoz basado en el reconocimiento temprano de los síntomas y la activación inmediata de los servicios de emergencias. Con concienciación y promoción de hábitos saludables, se puede reducir la incidencia de esta enfermedad devastadora.
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