En una situación que ha generado controversia en el ámbito futbolístico, el Cádiz CF se enfrenta a un desafío sin precedentes al no lograr eliminar la decimosexta tarjeta amarilla acumulada por Iván Alejo. Esta situación pone de manifiesto la delicada posición disciplinaria del jugador y su impacto en el equipo, considerando las restricciones reglamentarias que implica alcanzar este número de amonestaciones. La incertidumbre rodea al club gaditano ante la posibilidad de perder a uno de sus jugadores clave en momentos decisivos, lo que añade un elemento de tensión y preocupación en el entorno deportivo. La resolución de este dilema requerirá de estrategias y decisiones determinantes por parte de los responsables del equipo.
El Cádiz CF no logra eliminar la decimosexta amarilla de Iván Alejo
No hay día que Iván Alejo juegue y no vea una tarjeta amarilla. En este caso, y tras haber cumplido su tercer ciclo de amonestación hace muy poco, el jugador vallisoletano del Cádiz CF inauguraba su cuarto al ver en el minuto 91 del pasado encuentro ante el Granada una tarjeta amarilla -la decimosexta de esta temporada- por, según reza el acta de Cuadra Fernández, «golpear con el brazo de forma temeraria contra un adversario en la disputa de un balón».
Pues bien, desde los servicios jurídicos del conjunto cadista se ha alegado ante el Comité de Disciplina para que la decisión del colegiado adscrito al colegio balear se rectificara, algo que no ha podido ser debido a que el organismo federativo lo ha desestimado tras leer que «el Club alegante señala en su escrito que concurre un error material manifiesto en el acta arbitral, en cuanto de la prueba videográfica y gráfica aportada resultaría que la infracción imputada al jugador amonestado no existe, pues el jugador amonestado en ningún caso golpeó al adversario con el brazo de forma temeraria, produciéndose simplemente un contacto ligero entre las manos de los dos jugadores, sin ningún tipo de violencia, fingiendo el jugador contrario haber recibido un golpe en la cara. Por todo ello, solicita que se deje sin efecto la citada amonestación».
Una vez oídos los argumentos del club gaditano, que aprecia una «apreciación de un error material manifiesto en el acta arbitral», el Comité de Disciplina entiende que «el árbitro es la autoridad deportiva única e inapelable, en el orden técnico, para dirigir los partidos» por lo que deja sin efecto la queja cadista.
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