El legado fallido de Salvador Illa: Los experimentos de gobierno de Maragall y Montilla, dos casos de política que prometían el cambio, pero que termi

En la historia política de Cataluña, existen dos experimentos de gobierno que prometían un cambio radical, pero que finalmente terminaron en una implosión política. Estos son los casos de Pasqual Maragall y José Montilla, líderes que llegaron al poder con el objetivo de revolucionar la política catalana, pero que no lograron cumplir con sus promesas. En este sentido, el legado fallido de Salvador Illa, secretario general del Partido de los Socialistas de Cataluña, se une a esta lista de intentos fallidos de cambios políticos en la región. ¿Qué salió mal en estos proyectos políticos? ¿Cuáles fueron los errores clave que llevaron a su fracaso? A continuación, analizaremos los casos de Maragall y Montilla, y cómo su legado sigue afectando la política catalana en la actualidad.

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La vía tripartita de Illa: ¿Un gobierno de coalición para el futuro de Cataluña?

Reeditar un gobierno tripartito en Cataluña parece la vía más factible para que Salvador Illa pueda ser investido presidente de la Generalitat. El candidato del PSC y ganador de las elecciones catalanas se fija en los dos experimentos tripartitos que lideraron Pasqual Maragall y José Montilla en la primera década del siglo como modelo a seguir, aunque aquellos gobiernos de coalición no estuvieron exentos de polémicas y diferencias entre los socios, que terminaron pagando un alto precio político en las urnas.

El legado de los experimentos fallidos

El legado de los experimentos fallidos

Pasqual Maragall (2003-2006), el alcalde de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, encabezó el primer gobierno tripartito en Cataluña, que puso fin a 23 años de pujolismo. Aunque CiU volvió a ganar las elecciones de 2003, los convergentes de Artur Mas se quedaron muy lejos de la mayoría absoluta y el pacto entre PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya (ICV) les acabó arrebatando el Palau de la Generalitat.

Aquel triple acuerdo fue conocido como Pacto del Tinell y abrió una nueva etapa en Cataluña, con el primer presidente socialista y el primer gobierno de izquierdas desde la restauración de la democracia. No obstante, el republicano Josep-Lluís Carod-Rovira, conseller en cap y número 2 del Govern, impuso su agenda nacionalista y la reforma del Estatuto de Autonomía se convirtió en la piedra angular del proyecto: ampliar el autogobierno y reconocer a Cataluña como nación fueron las bases del nuevo Estatut, que a la postre acabaría dinamitando aquel primer tripartito.

La crisis del primer tripartito

El detonante fue que el Congreso de los Diputados recortó en 2006 algunos puntos del Estatut aprobado por el Parlament (como la eliminación del término 'nación' del primer artículo o el rechazo a las selecciones deportivas catalanas) y ERC acabó repudiando el texto definitivo salido de las Cortes españolas: incluso hizo campaña por el 'no' en el referéndum en el que los catalanes ratificaron el texto.

El Estatut acabó sepultando el primer tripartito, pero no fue el único obstáculo que tuvieron que salvar los socios de coalición, que ya se habían enfrentado a otras crisis de gobierno. La primera tuvo lugar a los pocos meses de su nacimiento, cuando se supo que Carod-Rovira se había reunido en secreto con miembros de ETA en Perpiñán y tuvo que presentar su dimisión, presionado por los socialistas.

El segundo tripartito

José Montilla (2006-2010), el cordobés José Montilla, encabezó ese segundo gobierno tripartito, que también estuvo marcado por los enfrentamientos entre el PSC y ERC, pero que además se vio sacudido por la gran crisis económica de 2008, desencadenante de duros recortes en derechos sociales que abrieron grietas internas con ICV.

ERC incrementó su apuesta nacionalista y la defensa de un referéndum de independencia comenzó a estar muy presente en la agenda de gobierno, con la oposición del PSC. También la reclamación de un nuevo pacto fiscal para Cataluña tuvo amplio eco en las filas republicanas, pero encontró el rechazo frontal de los socialistas.

Poco a poco, el PSC y ERC se fueron distanciando cada vez más, con un partido republicano instalado en posiciones independentistas muy maximalistas y un partido socialista alejado de esos planteamientos y centrado en intentar capear la crisis económica. A esa complicada ecuación se añadía el rechazo de ICV a cualquier tipo de ajuste que implicara recortes en materia de derechos sociales.

Pese a las diferencias, el tripartito resistió toda la legislatura, pero Montilla certificó su defunción al anunciar públicamente antes de las elecciones de 2010 que el PSC no reeditaría otro tripartito, aun en caso de que la aritmética parlamentaria lo permitiera. Y la realidad es que no lo permitió porque los tres partidos sufrieron un profundo desgaste en las urnas [PSC (- 9 escaños), ERC (-11) y ICV (-2)] y Artur Mas sería elegido presidente poniendo fin a 7 años de tripartitos.

Patricia Cruz

Soy Patricia, una periodista apasionada por la actualidad nacional que trabaja en la página web El Informacional, un periódico independiente en Español. Mi misión es informar a nuestros lectores de manera objetiva y veraz sobre los acontecimientos más relevantes de nuestro país. Con un enfoque crítico y comprometido, me esfuerzo por ofrecer un análisis profundo y riguroso de los temas que impactan a nuestra sociedad. Mi objetivo es contribuir a la formación de una ciudadanía informada y crítica a través de mi trabajo en este medio digital de gran prestigio.

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